Adriana Martin es una emprendedora que se especializa en la elaboración del Jarabe de Sauco que cuenta con un sinfín de beneficios para la salud. Desde su marca “La Huerta Patagonia”, comercializa su mágico remedio natural en distintos puntos de la localidad y la región.
Junto al clima otoñal que se vive en esta época del año en nuestra localidad, es normal que los riesgos de contraer gripes y resfriados aumenten en un gran porcentaje de la región, por lo que Adriana y su familia se dedican a aliviar esas molestias desde el 2015 cuando comenzaron con su gran emprendimiento “La Huerta Patagonia”.
La idea de incursionar en esto surgió con la finalidad de curar a sus hijos que tenían tos, y por recomendación de sus vecinos, Adriana compraba en la dietética más cercana hasta que supo de una vieja pobladora de la localidad que realizaba el famoso Jarabe de Sauco.
Cuando llegó a su casa, le dijo que no lo preparaba más por cuestiones personales por lo que de manera casi exclusiva y confidencial, le enseñó a elaborarlo para su familia hasta que varias personas comenzaron a solicitarle su remedio natural. “Le pregunté si no le ofendía que yo lo empiece a comercializar con la necesidad de comenzar un emprendimiento porque la gente me pedía y yo no les podía vender. Con su permiso, empecé a preparar jarabes de Saúco, y con el tiempo se volvió un éxito”, le comentó la emprendedora a LA ANGOSTURA DIGITAL.
De esta manera, el negocio se fortaleció a través del esfuerzo y la innovación: “a mí se me ocurrió agregarle jengibre, miel y el limón que no sólo son productos que me gustan mucho sino que también son muy beneficiosos para la salud. Tienen mucha vitamina C, potasio y magnesio. Fue una forma de potenciar mi producto”.
Está claro que los beneficios que posee este producto natural sin conservantes químicos son múltiples en cuanto a la salud debido a que está hecho del fruto, y en el proceso se intensifica su sabor y se conserva su vitamina.
Además de los ya mencionados, también refuerza el sistema inmunológico y provee gingerol, sumado a que es expectorante, antitusivo, antialérgico y anti anémico. Ayuda a bajar la fiebre y a dormir por su acción relajante en el sistema nervioso, siendo diurético y desintoxicante, y un dato no menor, es que en Europa se lo llama el árbol de la Sanidad por sus cuantiosas propiedades.
Adriana cuenta que en su memoria siempre perdurarán los comentarios milagrosos de parte de sus clientes, que según ella “se volvieron fanáticos”, y relata que muchos le han dicho que salieron adelante gracias a su jarabe. “He recibido comentarios de gente con EPOC, personas que estaban internadas y pudieron salir de ahí, o personas con hemorragias que también se vieron beneficiadas”.
Y continúa diciendo que “mucha gente que ya no usaba el PAF, también tomaba mi jarabe. No me lo olvido más. Gracias a Dios soy muy conocida en Villa la Angostura, San Martín, y Bariloche, aunque aún me queda por sacar el registro nacional para extender la venta de mi producto por el país”.
Esta medicina natural, junto a la miel y el jengibre, además de tratarse de un aroma agradable y de larga duración, también puede utilizarse en diversas preparaciones siendo un ingrediente más en nuestros postres ya sea en licuados, jugos, tragos, tés (como infusión), en carnes blancas, y en salsas sobre helados, tartas, y waffles.
En relación al proceso de producción, explica que primero se cosecha, se seleccionan los frutos y luego se pasa al proceso de limpieza del fruto, extracción de la pulpa, sacando ramitas, semillas y hollejos. Por último se realiza la cocción de cada ingrediente, esterilizado, se lo envasa y se lo etiqueta.
Al mismo tiempo, precisó que entre las mayores dificultades que enfrenta su emprendimiento se trata de la lucha constante de conseguir ciertos insumos en la localidad, sobre todo cuando se le acaba la pulpa de Saúco de su propia cosecha, por lo que esto puede influir en el precio final del producto.
Pese a las adversidades del día a día, no sólo comercializa sus productos agroecológicos desde su Instagram Huerta_Patagonia, sino que también se los puede encontrar en distintos comercios locales como en dietéticas o verdulerías.
A lo largo de estos años, Adriana ha participado de innumerables ferias en la localidad y fuera de ella, en las ferias Semilla, y expresa que le ha ido muy bien. “Mi producto ya es conocido y apreciado por muchos. Incluso por turistas que me piden desde sus ciudades cuando comprueban sus beneficios”.
Por lo que se trata de una gran opción ya sea para curar gripes, resfriados o alergias como también para prevenir cientos de enfermedades desde la alta calidad y amor que le dedica la emprendedora y su familia a esta natural alternativa, siendo una opción amigable con la salud y otorgándole un giro agroecológico ya que en ninguna etapa de su producción intervienen fertilizantes, herbicidas o pesticidas.
