Ayer se formuló otra denuncia penal por agresión con cuchillo; esta vez, en perjuicio de dos alumnos que concurren al turno noche de un colegio secundario de Villa la Angostura.
La madre del adolescente agredido con una navaja apoyada en el cuello a la salida del colegio, denunció ante la Fiscalía local, que su hijo tiene mucho miedo de concurrir a clases, y que, además, fueron amenazados por la familia del alumno que portaba el arma, con la cual -según lo manifestado ante autoridad pública- habría ingresado en varias oportunidades con el elemento cortante al interior del aula, y que otros alumnos también fueron intimidados, pero por temor a represalias, se negaron a exponer lo sucedido.
El abogado de la madre denunciante, Cristian Hugo Pettorosso, al ser consultado por LA ANGOSTURA DIGITAL, adelantó que han pedido una batería de medidas de seguridad para los alumnos víctimas de amenazas calificadas por el uso de armas, delito que tiene prevista pena de hasta tres años de prisión.
El abogado dijo que requirió a las fiscalía una consigna policial apostada todos los días en la puerta de la institución educativa, de noche, en horarios de salida, para prevenir hechos de violencia entre los alumnos y “dada la gravedad de los hechos relatados por la madre y la ausencia de medidas efectivas para impedir que las amenazas continúen”, se pidió también “la requisa policial de uno de los alumnos sospechados -mayor de edad- a fines de posibilitar el secuestro de armas, en caso de ser portadas con intención de ser ingresadas al establecimiento”.
Pettorosso indicó que “mi asistida y su hijo tienen muchísimo miedo que el autor de estos hechos lleve a cabo sus anuncios ilegales, cuales no son otros, que darle muerte a la víctima, según describiera, casi en llanto, la mamá”
El profesional dijo “lógicamente, esta mamá esta desesperada; y, previo radicar la denuncia penal, con toda la carga anímica que ello implica, habló la señora con autoridades escolares de la institución; quienes, si bien abordaron el tema con la mayor celeridad y preocupación, ofreciendo toda la contención posible que tenían a mano, los resultados esperados brillaron en su ausencia, no quedando otro remedio que acudir a la actividad de justicia para proteger no solo a su hijo, sino al resto de la población estudiantil que comparte espacios con la persona que lleva encima un arma blanca cuando se hace presente en clases”
Destacó “también pedimos que intervenga un organismo de ley para la protección de infantes, teniendo como objetivo asistir a uno de los alumnos agresores, dado que éste sería menor de edad, y suele acompañar al mayor cuando comete los hechos que ahora se intentan impedir con este último recurso, que es la judicialización en sede correccional de una problemática que, lejos de cesar, se incrementa y se replica en unos y otros establecimientos educativos de esta localidad”.
Agregó “esto es muy serio, y hay que ayudar a los directivos escolares a encontrar soluciones que permitan la utilización de herramientas útiles para enfrentar esto, comprendiendo que los mismos, en algunos casos, se sienten impotentes y en solitario al no contar con respaldos institucionales que actúen decididamente, y no con meras fórmulas de apariencia, estériles de efectividad. Ahora es la justicia quien tiene que garantizar la seguridad de los alumnos y también de los profesores y auxiliares, porque si esto no se frena, ciertamente es posible que el día de mañana lamentemos un hecho de sangre, y ya será tarde”.
“Las evidencias están ahora sobre el despacho fiscal. Aguardamos respuestas de la casa de justicia”, finalizó Pettorosso.
