Sr. Director:
Presenciamos la lenta agonía de la educación pública sin ponernos colorados.
Como fruto de la educación estatal y con hijos que asisten a la misma en jardín, primaria y secundaria, paso del enojo a la tristeza por cada día perdido y que no se va a recuperar.
Esta carta no es para echar culpas sino para reflexionar, siempre hay un motivo y parecería que la culpa no es de nadie o es de todos… Por reclamos sectoriales, por problemas edilicios, por licencias personales, por el gas, la caldera, la nieve, a lo que hay que agregar los que vivimos volcanes o pandemias. El resultado: los chicos cada vez van menos a la escuela, están desmotivados, después de la pandemia los casos de problemas de salud mental aumentaron exponencialmente entre niños y adolescentes.. así también el consumo de drogas.
Siempre me pasa por la cabeza y es lo que más me duele, cuando las escuelas se cierran que para muchos chicos son un lugar donde encuentran un lugar más cálido, contenedor y con algo para comer, y de eso también se los priva.
No podemos juzgar ninguna actitud de los jóvenes y adolescente ellos no son culpables de nada, ellos son víctimas de un sistema que no estaría funcionando.
Mientras no pongamos la educación en el centro de la escena, los problemas que tenemos como sociedad van a seguir estando y creciendo.
Arturo Tytelman
DNI 26.124.073
Villa la Angostura