Sr. Director:
Quiero expresar mi preocupación acerca del desorden que estoy observando en las construcciones y la falta de control; así como también plantear el tema de la entrega de lotes fiscales en comodato a asociaciones y cooperativas que no parecen tener el respaldo necesario para llevar a cabo las obras a las que se comprometen.
Ya es de conocimiento público que las ordenanzas relacionadas a la planificación urbana y la edificación en nuestra localidad se han ido distorsionando a lo largo del tiempo y hoy tenemos un marco normativo confuso, redactado para que encuadren casos particulares que oportunamente necesitaban determinados vecinos y se ha perdido la visión integral del planeamiento de nuestro pueblo.
Un claro ejemplo de ello es el tema de las “casas containers” que, al no estar implantadas de forma fija, pareciera que se pueden colocar en cualquier lugar sin respetar los retiros y que se superen las cantidad de volúmenes y viviendas establecidas por el código.
Si a esto le sumamos la falta de control y las irrisorias multas que deben pagar quienes cometan estas faltas, la combinación es poco feliz.
Es muy preocupante pues, ¿qué le puede importar al vecino que le cobren una multa de por vida si va a tener una renta extraordinaria con 6 viviendas donde están permitidas solo 3?. Con los consiguientes problemas que ello acarrea en los servicios urbanos y tratamientos de efluentes, por ejemplo.
El otro tema muy preocupante es el de la liviandad con que el municipio, en esta y otras gestiones, ha entregado en comodato terrenos fiscales a asociaciones y cooperativas sin el respaldo ni la trayectoria que garantice que cuentan con los recursos necesarios para realizar las obras a las que se comprometen. Y después el municipio termina gestionando créditos para hacer dichas obras….
La primera reflexión que surge es: con la falta de tierra y viviendas institucionales que tiene nuestro pueblo ¿Podemos darnos el lujo de dar tierras para otros fines a asociaciones o cooperativas que no demuestran tener los recursos para llevar a cabo las obras que se comprometen?.
Ante esta situación, con mucho tristeza me pregunto: ¿cuándo vamos a empezar a hacer las cosas seriamente?; ¿cuándo se va a terminar de hacer ordenanzas que solo respondan a intereses de amigos y van a dejar de mirar para otro lado cada vez que no se cumplan con lo establecido en las normativas?; ¿cuándo vamos a dejar de otorgar tan alegremente terrenos fiscales? Y la pregunta del millón, ¿quién va a poner orden a tanto desquicio?.
Muchas gracias por su atención.
Claudia Mónica Hunko
17.433.258