Desde hace 20 años que la madera toma forma en manos de Franco Herrera en Villa la Angostura, quien desarrolla diversas propuestas innovadoras como carteles, muebles artísticos, bancos de reposo, esculturas, y mucho más.
Desde diferentes maderas como el radal, ciprés y el algarrobo, son algunas de las opciones que priman en el emprendimiento de Franco Herrera, quien de forma autodidacta y a prueba de ensayo y error, comenzó a tallar cuencos y carteles en madera a partir del año 2002.
“Surgió de un pedido de una señora que necesitaba un cartel para la dirección de su casa, y ese fue mi primer trabajo. A partir de ese momento comencé a emprender con la madera, me llevó tiempo, pero aprendí a tallar y una vez que tenía buen manejo con la madera, pedí un puesto en el Paseo de Artesanos”, comenzó detallando el emprendedor a LA ANGOSTURA DIGITAL.
Con mayor demanda de pedidos cada día, terminó por fabricar su emprendimiento “Franco Herrera Artesano de la madera” que se ubica en el Paseo de Artesanos de la Terminal y desde sus redes sociales muestra sus trabajos 100% artesanales como en Facebook e Instagram (@Artesano_delamadera) donde hace realidad todo tipo de pedido personalizado.
Su pasión por la madera lo llevó a realizar muebles artísticos a partir de rodajas de árboles, copetineros tallados en 2D, esculturas, y también se destaca por los famosos carteles y bancos de reposo que se encuentran sobre la Avenida Arrayanes.
En este sentido, para llevar a cabo los diversos productos explicó que primero se corta la madera, se cepilla, se dibuja, y luego se comienza con la talla en el caso de una tabla copetinero. Una vez finalizada la talla y el pulido para que quede listo su uso, se cura la madera a partir de un preparado de aceite comestible y cera virgen, mientras que en el caso de los carteles se pinta el tallado.
Por su parte, su pareja Valeria, quien se encarga de manejar el mundo de las redes sociales, publicidad y fotografía, comentó que “le ha hecho distintos trabajos a la Casa de la Cultura, AFEET, a diferentes comercios y hoteles de la zona. También tenemos un local en el histórico paseo de artesanos de la terminal, a través de redes sociales, y de boca en boca ya que es bastante conocido en la localidad”.
Con la impronta del crecimiento constante y la necesidad de innovación, Franco señaló que su mayor desafío fue su primera escultura, un caballo parado en dos patas ya que era todo en una sola pieza.
Con mucho esfuerzo y dedicación, cada material se expresa de una manera distinta donde el emprendedor talla diseños personalizados, atractivos y sostenibles: “el emprendimiento es un modo de vida en el que tenés la libertad de ser tu propio jefe y me ha llevado a poder vivir exclusivamente de este trabajo. Crié a mis hijos, viajé y sigo viviendo de este trabajo”, destacó.