Jorge Alberto Sonzini tiene 67 años y lleva más de 5 décadas dedicándose a lo mismo: la joyería. “La joyería es mi trabajo de toda la vida y es mi vida”, confiesa Jorge a LA ANGOSTURA DIGITAL.
Heredó esta pasión de su padre y la siguió con el pasar de los años. “Comencé bajo su tutela y trabajando con él. Le vendíamos a joyerías y a conocidos”, se explaya.
Luego de unos años cuando su padre Don Jorge Luis Sonzini falleció comenzó a ir a ferias por medio de un amigo. Agrega que trabajó en muchas ferias, entre ellas la de Mataderos y que hace 10 años más o menos llegó a Villa La Angostura para quedarse.
“Llegué por medio de mi hija Carla, que tenía un puesto de acá. A mi esposa y a mí nos enamoró el lugar y la Villa y acá estamos, felices”, cuenta Jorge sobre su llegada a la localidad. Su hija se dedicaba a la creación de carteras, billeteras y otros productos, todo hecho con cámara de auto aunque ya no se dedica a las artesanías.
“La producción de mis productos es limitada, porque solo depende de mis manos. Las herramientas que uso son viejas porque son heredadas de mi padre, pero son útiles para lo que hago”.
Jorge utiliza herramientas como pinzas planas y redondas, limas de todo tipo, el arco de sierras con sierra fina como pelos y el soplete. Dice que en su casa utiliza uno viejo donde se utiliza la presión del aliento para el fuego, pero que en el taller de su puesto utiliza uno más moderno.
El tiempo que le lleva la producción depende de cada pieza y las fabrica en el taller que tiene en su puesto de la terminal. Agrega que está armando un taller propio en su casa que afortunadamente consiguió hace poco. Crea piezas como anillos, dijes para collares, aritos, salamandras y cocina económica que funcionan de porta sahumerio. También hace composturas y cosas a pedido.
“Los productos los comercializo en mi puesto de la terminal. No vendo online porque no me llevo bien con las redes, me cuesta”, aclara Jorge. Su puesto en el Paseo de Los Artesanos es el número 23
Jorge lleva haciendo lo que más le gusta hace 50 años. En el medio sufrió pérdidas y formó una familia. La joyería es su vida y fue la de su padre y es así cómo lo mantiene cerca a pesar de no estar en el mismo plano.
“Siempre fuimos muy compañeros y siempre está presente. Fue un ser humano inolvidable y sostén amoroso de toda mi familia. Mi esposa Viviana hoy me ayuda mucho con la venta, trabajamos juntos en el puesto y lo recordamos permanentemente”, culmina Jorge sobre su padre.