El futbolista local comenzó este recorrido el año pasado cuando su talento llamó la atención y lo contactaron para hacer una prueba. Prueba que superó y ahora está en carrera por un futuro profesional.
“Durante el año él estuvo en el Club Estudiantes de La Plata, a fin de año cuando ellos terminan su ciclo, tanto deportivo como educativo, son evaluados por el cuerpo técnico para poder seguir en el Club o quedar libre como jugador. Gracias a Dios a Migue se le dio que el Club lo quiere seguir teniendo el año que viene”, confiesa Flavia Epuyao, mamá de Miguel a LA ANGOSTURA DIGITAL.
“Vuelve el 20 de enero a hacer la pretemporada y sube a octava. Las últimas dos semanas ya entrenó en octava. Este año va a ser así, ya con experiencia, con aprendizaje, mentalmente preparado por toda la situación del primer año. Ya sabe más o menos como desenvolverse”, agrega.
En comunicación con Miguel, más conocido como “Miguelón” en la localidad, agregó que “fue un año medio raro porque estaba lejos de mi familia y de mis amigos, pero la verdad que me pude adaptar muy rápido”.
Respecto a su rutina en la ciudad de La Plata, agrega que los entrenamientos empiezan a las 8 de la mañana con el gimnasio. Luego de eso van a la cancha donde entrena dos horas y media más y que también debe cumplir con lo académico y está en horario escolar de 14:15 a 17:15.
Todos alguna vez soñamos con llegar a lo más alto respecto al fútbol. Si bien hay mucho talento, a veces para llegar lejos se requieren otras cosas: disciplina y constancia. Miguel con tan solo 14 años tiene ambas. Está cumpliendo, o intentado cumplir, el sueño de miles de jóvenes.
“Cuando me llamaron para ver si seguía o no estaba muy nervioso porque en la última parte del año no me había ido tan bien, pero gracias a dios me dieron la oportunidad de seguir un año más. Gracias a todos los que me apoyaron en este año”, confiesa Miguel respecto a cómo vivió la incertidumbre de si seguía o no.
Aparte de hacer lo que más le gusta, el Club le brinda la posibilidad de poder seguir con sus estudios en el predio ubicado en City Bell, en las instalaciones educativas que pertenecen al Pincha. Respecto a eso Miguel contó que antes afectaba si no tenías un buen rendimiento porque no te dejaban jugar, pero que después cambió.
Estudiantes también le brinda una pensión donde se ubica a los chicos del interior. “Me habían dado la oportunidad de irme a pensión, lo pedí recién para este año, pero no sé si me lo van a dar todavía”, se explaya Miguelón, y culmina diciendo que este año pudo quedarse en un departamento que pagan sus papás “Tony” Magallanes y Flavia Epuyao.
“Ellos no están obligados a nada, siempre tratamos de apoyarlos con cada decisión que tomen, tanto personal como familiar. Y sí apostamos mucho a que no se queden acá porque sino no sirve, se estacan y después cuesta más”, expresa Flavia, teniendo en cuenta que su otro hijo, Tahiel Magallanes este año estuvo jugando en Deportivo Maipú.
Miguel Magallanes luchará un año más, y todos los necesarios seguramente, para logar su objetivo y su sueño: llegar a la primera división. Si bien suena muy ambicioso, el futbolista local disfruta y aprende cada día. Deja de lado muchas cosas por su objetivo y como mencionamos antes, su disciplina es lo que más lo destaca; sin dudas seguirá dando lo mejor en el predio de City Bell para cumplir con su objetivo.