Mario Ludeña es nacido en Rosario; llegó a la localidad hace 20 años y su emprendimiento, como muchos otros proyectos, nació en plena pandemia de Covid-19. Se dedica a la creación de artículos de madera y de tela y a pintar remeras a mano.
“Empecé a trabajar con un pintor chileno, Alan. Había que reciclar todo el Bosque de Arrayanes. Trabajábamos en la Estancia y viajábamos en Catamarán o en lancha los lunes a la mañana y nos traían los viernes”, confiesa Mario a LA ANGOSTURA DIGITAL.
“A la tarde, cuando dejábamos de trabajar, la mayoría se ponía a jugar al ping pong, las cartas y demás. Había un carpintero que no le gustaba nada de eso como a mí, y se ponía a hacer cucharas, cuchillitos de madera y me preguntó “¿Te gusta?”, le respondí que sí y me contestó que me enseñaba”, cuenta acerca de cómo empezó todo. “Practicamos varias veces y aprendí a hacer eso, pero nunca le di bola”, culmina.
El 2020-2021 fueron años complicados para todos. Pandemia mundial, encierro, enfermos, incertidumbre. Casi nadie podía salir de sus domicilios por las restricciones y gente que está acostumbrada a estar siempre activa no lograba hallarse en tanta tranquilidad y Mario no fue la excepción a eso.
“Cuando pasó esto de la pandemia, vivía en Las Piedritas y como no se podía salir, menos yo que tengo 62 años, vi un pedazo de radal ahí tirado y me dije a mí mismo me voy a entretener con algo”. Mario es una persona que está acostumbrada a trabajar, y afirma que el no estar haciendo nada lo estaba matando.
“Me puse a hacer una cucharita y me gustó. Así que me puse a buscar madera. Compré, las llevé para que me las hagan tablas y me puse a hacer todo eso. Tenía algunos productos así que fui a la Municipalidad, nos dieron bola, fiscalizamos y alquilamos un puesto”.
Su esposa, Liliana, también se dedica a lo mismo: sabe coser y crea cosas de ese estilo como carteras, bolsos, almohadones. Comenzó durante la pandemia también. Mario aparte de hacer artículos de madera (un detalle no menor es que solo usa radal, lenga y ciprés, todo de la zona), tiene otro hobbie: pintar sobre tela. “Lo fiscalizamos y compramos remeras en Rosario a gente que se dedica a eso, las traemos acá y yo las pinto, les hago dibujos y demás”, cuenta.
Agrega que si se hubiese dedicado a esto antes, hace unos 10 años hoy sería un de los mejores artesanos. Pero como siempre estuvo trabajando, hasta el día de hoy con 62 años y jubilado, no pudo dedicarle tanto tiempo.
Las herramientas que utiliza para su emprendimiento son pulidora, gubias (similar a un formón), cuchillos, lijas. Tiene que marcar y cortar madera, así que también utiliza serruchos, caladoras, y mini tornos para grabarle Villa La Angostura, entre otros.
“Me lleva bastante tiempo. Tengo que cortarla, pulirla, lijarla. Después con la gubia hacerle la profundidad y después de terminarlas tengo que curarlas con aceite comestible… lleva bastante tiempo. No tengo muchas echas ahora, estoy fabricando debido a que trabajo y me dedico a esto solo a la tarde un rato. Ahora salimos de vacaciones así que me voy a poner al día. Me lleva tiempo… menos de dos horas no puedo estar”.
Mario y Liliana tienen un puesto en el famoso Paseo de Los Artesanos de la localidad. Exponen sus creaciones en el puesto número 18 y los podés encontrar de jueves a sábados de 15:00 a 19:00.
