Tania Chamba llegó a Villa La Angostura hace 10 años y comenzó a crear con sus manos en 2015. En primer lugar lo hizo con “Aire Patagónico”, emprendimiento dedicado a la creación de productos de cerámica, pero dio un giro y al sumar otros elementos complementarios renombró el mismo a “Tan de la Tierra”.
“Venia de estudiar Diseño Industrial, asique la creación del emprendimiento y los diseños fueron la parte más divertida del comienzo”, confiesa Tania a LA ANGOSTURA DIGITAL, y agrega que comenzó a emprender luego de hacer un curso en la Casa de la Cultura de moldería cerámica.
“Producía en mi casa y alquilaba el horno a colegas, hasta que llegó mi horno y destiné un cuarto de la casa para el taller. Soy mamá de 2 niñas, y emprender me permitió criar y disfrutar del oficio cerámico”, expresa en cuánto a la importancia de poder hacer y estar presente en los aspectos de su vida que son importantes sin tener la obligación de elegir entre ellos.
“En esta etapa del emprendimiento la producción la estoy haciendo en un rinconcito de la nueva casa que habito, me mudé varias veces y durante un tiempo solo producía un producto para una empresa de helados”.
Confiesa que está experimentando con arcillas y arenas locales de la zona en alta temperaturas, y que su mayoría los productos son cuencos y platos con la técnica de plancha u horno
“La técnica de plancha consiste en estirar la masa de arcilla con un espesor deseado y se modela con algún molde o contramolde generando la tridimensión. Sirve para hacer piezas abiertas como platos o cuencos”.
“Y el torno alfarero es una herramienta muy característica de la producción de cerámica. Se utiliza una bola de masa de arcilla (llamada pella), y se modela con las manos, agua o herramientas, girando la pella en el torno que suelen ser eléctricos con motor”, nos cuenta en cuánto a la diferencia de las técnicas para realizar sus productos.
Afirma que el proceso de la cerámica requiere de varios pasos y tiempos necesarios de preparado de pastas, modelado, de secado, primer horneados, esmaltados y vueltos al horno hasta obtener la pieza final. “Un largo camino de paciencia y presencia”, culmina y expresa que la mayoría de los trabajos que realizó y realiza son a pedido y que vende a través de las redes o en locales de artesanías.
El giro de su emprendimiento se debe a que Tania nunca se conforma y trata de experimentar y juntas todas sus pasiones o sus hobbies para poder disfrutar y tener tiempo para todas ellas.
“Durante un tiempo me distancié de la arcilla e indagué en la producción de dulces con una amiga (IN SITU), de frutillas, frambuesas y de peras. Fanática de las plantas, me dedico también a la jardinería y suelo cosechar aromáticas y nativas para el uso de tés, mate y preparados naturales para el uso personal”.
“Este recorrido me llevo a replantear el emprendimiento, renombrándolo como Tan de la Tierra, pudiendo reunir todos estos productos elaborados con materiales nobles. Asique ahora estoy dándole su identidad, seleccionando productos y armando las redes para lanzar esta nueva versión con muchas ganas y deseos de que llegue a todos lados una partecita de la Patagonia”, culmina Tania.
También comparte conocimientos del oficio desde el 2018 dando clases para adultos y niños de todas las edades. Este año fue exclusivo con niños en el taller 7 Elementos ubicado en la localidad. “Una experiencia hermosa y de gran crecimiento”, afirma Tania.
En este momento y por ahora, pueden encontrarla por las redes sociales, más que nada en Instagram como @tandelaire. Afirma que pronto comunicará las nuevas redes y las novedades que adelantó en esta nota a LA ANGOSTURA DIGITAL.