Caso Gatica: fuertes críticas de peritos médicos oficiales al informe pericial de la querella

Los especialistas del Poder Judicial cuestionaron el procedimiento utilizado en la reautopsia por la perito por la querella, que atribuye a una asfixia por estrangulamiento la causa de la muerte de la víctima, durante el procedimiento policial. Y advirtieron que su protocolo “no cuenta con aval científico”.

 

Los peritos médicos oficiales del Poder Judicial Fernanda Herrera, Gabriel Jerez y Haydee Fariña, respondieron y criticaron los informes elaborados por la perito Emma Creimer, en representación de la querella en la causa por el homicidio de Robinsón Gatica, que ocurrió el 20 de julio pasado en Villa La Angostura durante un procedimiento policial.

“Se utilizó una técnica de su supuesta autoría que no cuenta con aval científico, a diferencia de la primera que se hizo utilizando el Protocolo de Minnesota y se intenta

atribuir a única causa de muerte cuando toda la bibliografía actualizada sobre el tema, aún la citada por la propia Dra., es coincidente en establecer que se está frente a un escenario complejo con múltiples causas que no necesariamente son objetivables como lesiones claras”, afirmaron los peritos médicos oficiales, en el informe al que tuvo acceso LA ANGOSTURA DIGITAL de fuentes judiciales.

Los peritos recordaron que Creimer en un primer informe impugnó la autopsia realizada en el Cuerpo Médico Forense de la Provincia (CMF) “fundamentalmente por haberse

aplicado de manera “falaz” un Protocolo de Minnesota y por no haber puesto en relieve lo que a su juicio era la verdadera causa de muerte, la asfixia por compresión extrínseca de la vía aérea por parte del personal policial y en el que se basa para solicitar la exhumación del cuerpo y la reautopsia, que fuera ordenada por el Sr. Fiscal, para que sea realizada por la perito de la querella”.

Indicaron que en el segundo informe, con fecha 15 de enero del 2023, Creimer presentó los resultados de esa re-autopsia.

Las respuestas

Los peritos oficiales destacaron que en su respuesta que de la lectura del informe pericial de fecha 21 de julio del 2022, “queda demostrado que sí se cumplieron los estándares requeridos por el protocolo” de Minnesota.

Cuestionaron las críticas que la perito por la querella hizo sobre la primera autopsia que se hizo al cuerpo de Gatica porque en su opinión “no resulta ni completa ni metódica ni sistemática ni ilustrativa, aduciendo que se utiliza Protocolo de Minnesota, situación que se advierte falaz, toda vez que no se realiza una evaluación contextualizada de la muerte y en el acto autópsico no se realiza la incisión de “peel off” desde planos cutáneos hasta planos óseos, lo que claramente hubiera permitido analizar la existencia de acúmulos sanguíneos en las zonas traumatizadas por el accionar policial”.

Los peritos oficiales salieron al cruce de esas conclusiones de Creimer. Y afirmaron que la técnica que emplearon en el procedimiento de autopsia “se corresponde absolutamente con las recomendaciones del Protocolo. El peel-off, fue realizado”.

Objeciones

“Tampoco dice la Dra. por qué el procedimiento no fue ni completo, ni metódico, ni sistemático ni ilustrado, cuando la sola lectura del informe muestra que se trató de una autopsia que reúne estas características. Más aún, como se verá en el informe de “reautopsia”, no se aporta NINGUNA lesión que no haya sido registrada en esta primera autopsia”, advirtieron los peritos oficiales.

Destacaron que “la anatomía patológica de las muestras obtenidas en la autopsia, y que fuera realizada por la Dra. Roschuk, no es conteste con la existencia del mecanismo de asfixia por compresión de la vía aérea”, como sostiene Creimer.

“En relación a la objeción de no haberse realizado dosaje de otras drogas (“…sólo se dosó cocaína y alcohol en las muestras remitidas, sin buscar otro tipo de drogas sintéticas y/o de abuso…”), esta afirmación resulta a todas luces incorrecta, pues, surge de sólo leer el protocolo de realización de examen toxicológico que estas se analizan y se describe: – Por tanto, mal se puede decir que sólo se dosó cocaína y alcohol etílico”, respondieron los peritos médicos oficiales tras la crítica de la perito por la querella.

“Ha objetado también la médica, la existencia de una entidad llamada “Síndrome de Delirio Agitado”(SDA), plantearon los médicos oficiales que defendieron sus conclusiones en ese sentido.

Y citaron bibliografía específica sobre el tema. “En conclusión, el mecanismo de la muerte puede ser una arritmia cardíaca fatal o un paro respiratorio inducido por la interacción de varios factores que dan como resultado un desequilibrio entre el aumento de la demanda de oxígeno y la disminución del suministro de oxígeno. El estrés psiquiátrico o inducido por drogas de delirio agitado junto con la confrontación policial genera estrés mediado por catecolaminas (corazón)”, indicaron.

“La hiperactividad asociada al delirio excitado, la lucha con la policía y el trabajo ventilatorio para superar la inmovilización aumenta las demandas de aporte de oxígeno”, señalaron.

“Es claro que todos los autores, no siendo el objeto de este documento exponer un análisis exhaustivo, se refieren a una constelación de lesiones y consideraciones fisiopatológicas como causal de muerte y no una única y simple maniobra, como pretende atribuir la Dra. Creimer, y que el SDA no es una construcción teórica amañada para beneficiar a las personas sospechadas”, afirmaron.

La reautopsia

Con respecto al segundo informe de la reautopsia, del 28 de diciembre del 2022, cuya realización por parte de Creimer fue ordenada por el Fiscal de la causa, “desplazando a los peritos oficiales (quienes tienen la obligación de objetividad e imparcialidad en su proceder), la misma, durante el procedimiento recurre a una serie de reinterpretaciones respecto de las lesiones previamente descriptas con certeza en la primera autopsia, que inicialmente desdeña pero luego en la reautopsia valida haciendo propia esta descripción, pero describiendo nuevas lesiones (que no son tales, sino artefactos propios de lo que ocurre con la sangre de un cuerpo con lesiones, que fuera autopsiado y permanece bajo tierra durante 6 meses)”.

Los peritos médicos oficiales aseguraron que Creimer “confunde intencionalmente hematomas con impregnaciones por escurrimiento para poder fundar su hipótesis de prejuicio”, en referencia a que la muerte ocurrió por asfixia por estrangulamiento a manos de los policías imputados.

Y añadieron: “Y en un artilugio de razonamiento indica que “resulta de particular interés la gran cantidad de la infiltración hemática en la región posterior del cuello, la misma compatible con una compresión extrínseca del mismo, con un peso específico localizado a predominio izquierdo, capaz de provocar una asfixia por compresión del glomus carotídeo y consecuente bradicardia y parada cardíaca”.

“Debemos recordar que el glomus, que es una pequeña estructura ubicada en la bifurcación de la arteria carótida común, es un sitio que fue fotografiado en la primera autopsia observándose carente de lesiones, lo cual resulta más significativo que la observación de una impregnación de tejidos ocurrida 6 meses después, como se observa en la foto inferior”, advirtieron los peritos médicos. Insistieron que durante la primera autopsia no observaron lesiones, como las señaladas por Creimer en la reautopsia.

El Protocolo Creimer

“Mención aparte merece la técnica empleada por la Dra, anunciada como” Protocolo Creimer”, intentando ponerlo en un mismo nivel que el “protocolo de Minnesota”, vigente desde 1991, con una última actualización en 2016, de cuya elaboración participaron más de 300 de los mayores expertos de gran parte del mundo, siendo la herramienta propuesta por el Comité de DDHH de la ONU para la investigación de la muerte en custodia y que es considerado el “estándar”. Sin dudas este intento de equivalencia de herramientas, resulta claramente desmesurado”, sostuvieron los peritos médicos oficiales.

Dijeron que “la perito expresa que durante la primera autopsia no se utilizó la técnica de peeloff para la búsqueda de lesiones de tejido blando, en cambio, utilizando la técnica de peel-off de su propio protocolo, que llega hasta plano óseo, sí pueden observarse estas lesiones”.

Sobre una de las técnicas utilizadas por Creimer, los peritos oficiales concluyeron que “lo realizado por la Dra., no tiene aval científico alguno”.

“Respecto a la reautopsia, las fotografías tomadas durante el segundo procedimiento no respetan las normativas mínimas de los procedimientos autópsicos básicos, como la realización de una primera fotografía contextual, una segunda de aproximación y la tercera de acercamiento máximo. Tampoco cuentan con identificación de la víctima ni de la causa ni fecha”, puntualizaron.

“Tampoco se realizaron radiografías, todo ello a pesar de las recomendaciones realizadas durante el procedimiento. Y, para completar el cuadro de pobreza técnica lo realizado, no fueron tenidas en cuenta ni exploradas las lesiones de arma de fuego, que ni siquiera fueron reproducidas, otro indicio que esta “reautopsia” tenía sólo el cerrado objetivo de intentar corroborar su hipótesis previa”, destacaron.

Conclusiones

“Sin realizar una clara vinculación con los hallazgos autópsicos que ella va describiendo y los previamente descriptos en la primera autopsia que ella cita, sustentándolo sólo en su imaginación y abandonando todo intento de realizar un análisis de la complejidad que muestra el caso, se remite a una supuesta única y directa causa de muerte, como sería la asfixia (que en algunos párrafos califica de mecánica y en otras de posicional, sumados a la supuesta compresión de quimio-receptores como si todas ellas fueran causas similares y extrapolables, no discriminando las diferencias en los mecanismos fisiopatológicos causales)”, comentaron.

“En síntesis, la “reautopsia” que nos ocupa, no ha podido acreditar nuevas lesiones que resulten en nexo causal directo con la muerte de Robinson Leonardo Gatica, se presentan como tales artefactos producidos por el proceso de degradación cadavérica y no se analizaron con detalle todas las lesiones que sí se describieron y analizaron en la primera autopsia”, concluyeron los peritos oficiales.

“Se utilizó una técnica de su supuesta autoría que no cuenta con aval científico, a diferencia de la primera que se hizo utilizando el Protocolo de Minnesota y se intenta atribuir a única causa de muerte cuando toda la bibliografía actualizada sobre el tema, aún la citada por la propia Dra., es coincidente en establecer que se está frente a un escenario complejo con múltiples causas que no necesariamente son objetivables como lesiones claras”, afirmaron.

“Por tales consideraciones, estimamos que ambos informes realizados por la Dra. Emma Creimer, No realizan aportaciones pertinentes que modifiquen el diagnóstico y las consideraciones respecto de las causas del fallecimiento de quien en vida fuera Robinson Leonardo Gatica, siendo a nuestro criterio innecesaria la realización de nuevos procedimientos diagnósticos”, aseveraron.

Los peritos ratificaron el informe que hicieron en la primera autopsia y la ampliación hecha después. Sostuvieron que no resulta necesario “la realización de nuevos exámenes periciales complementarios”. Y destacaron que las conclusiones de Creimer “no modifican en ningún aspecto lo expreso en el informe pericial” que ellos elaboraron.

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