Sr. Director:
Hace unas semanas las autoridades políticas de turno han anunciado de que pronto se concretará la apertura de la escuela técnica en nuestra localidad. Grata y esperada noticia, por cierto.
Lo que quizás pocos sepan, es que detrás de ese logro está la constancia y esfuerzo de una gran mujer de nuestra comunidad; la Sra. Julia Diez. Ha sido ella, junto a un grupo de vecinos, los que durante muchos años han golpeado puertas, gestionado y pregonado la importancia de contar con una escuela técnica en nuestra localidad.
En el Budismo existe una práctica: a la hora de alimentarse, antes de comenzar a comer, se separa un trozo de pan y se deja al costado del plato como ofrenda al Universo. Es ese “algo más” que debemos brindar, más allá de nuestras obligaciones y “lo que nos corresponda”.
Y Julia es un ejemplo de esa filosofía. Hoy tuve una hermosa charla con ella, en la que hemos hablado de temas muy diversos y he quedado admirada de la lucidez y sabiduría que posee a sus casi noventa años, y sigue luchando por lograr su objetivo, la escuela técnica. De esta enriquecedora conversación rescato algo en especial, que a mi entender sintetiza el secreto de su energía: “No hay que estar parado en el pasado, hay que ver el Hoy y fijarse que se puede hacer para estar mejor mañana.”
Por eso quisiera agradecerle por su enseñanza de vida, por ser ejemplo de ese amor por nuestro pueblo que tanto nos hace falta, en estas épocas en que abundan dirigentes mediocres, mercenarios y personalistas que pareciera que poco les importa nuestro lugar, sino estar buscando ascender en su carrera política para seguir respondiendo a intereses que nada tiene que ver con las necesidades y anhelos de nuestra comunidad.
Gracias a Dios, Julia no es la única vecina que da algo más allá de su propio interés.
Conozco desde hace muchos años hombres y mujeres que siguen trabajando en silencio y con humildad haciendo cosas por la comunidad. Me permito mencionar a modo de ejemplo a Mara Morán, en Educación y Cultura; Maite Diem, con el Turismo, Werner Diem, con el Patrimonio histórico, a Evelina Meier y Osvaldo Andino, con el Teatro, María Andrade con la Solidaridad que la caracteriza; y tantos más que merecen ser reconocido e imitados. Los menciono especialmente a ellos porque todos son gente con más de 7 décadas de experiencia de vida y siguen trabajando con la misma pasión de siempre.
No son superhéroes, son personas como todos, con sus defectos y virtudes que tienen en común el estar siempre proactivos, pensando en el futuro y con proyectos.
En la vida es importante saber pedir perdón y dar las gracias, no en un día al año, ni en el día de la mujer, del hombre, del maestro, etc. Sino, todos los días, un día cualquiera, como éste, como mañana, como el de ayer. Porque la Vida y la historia está hecha por hombres y mujeres que en días “cualquieras” viven haciendo cosas para que este mundo sea un poquito mejor de lo que lo encontraron.
Por eso a ellos y en ellos, quiero agradecer y saludar hoy a todos los que han hecho, siguen haciendo y harán algo por nuestra comunidad, en un “día cualquiera”.
Muchas gracias
Lic. Claudia Mónica Hunko
DNI 17.433.258
Villa la Angostura