El intendente Javier Murer dijo que la ocupación rionda el 90 por ciento, aunque hay mucho menos turistas chilenos de los que se esperaba. Advierten que, tanto en Villa la Angostura como en San Martín de los Andes, bajó el nivel de gasto diario que realizan los turistas.
La cordillera neuquina tiene alto nivel de ocupación de sus plazas turísticas en pleno desarrollo de la temporada de verano, que se presenta con sus particularidades distintivas respecto a las anteriores. La crisis del poder adquisitivo no hizo mella en el flujo de turistas hacia los sitios con más atractivos del sur provincial, al menos en lo que va de la temporada.
De todos modos, los negocios dispuestos para la atención de las demandas de los visitantes están trabajando a buen ritmo, celebró el jefe comunal, antes de recordar que el turismo “es el motor económico de la localidad”.
Otra particularidad que notó el dirigente respecto a la temporada anterior, es la mayor afluencia de turistas brasileños, quienes se distinguen en la ciudad no sólo por el idioma sino también por el nivel de gastos, que en general es muy superior al de los visitantes nacionales.
En cambio, en Villa la Angostura este año hay menos visitantes chilenos que el pasado, informó el intendente Murer. Dijo que la ocupación turística en la ciudad ronda el 90% en enero, considerando que el dato es “muy bueno” para la economía de la región.
Sin rebajas de precios
Si bien los síntomas de la crisis se dejan ver en la contracción del gasto de los turistas, los operadores de San Martín de los Andes mantienen una demanda sostenida para sus productos sin necesidad de bajar los precios para tentar a los clientes con recursos más acotados.
“No he visto una competencia con los precios”, sostuvo el jefe comunal, a la vez que explicó que la ciudad tiene precios altos para algunos consumidores y competitivos para otros. Aseguró que “los negocios gastronómicos están a full todos los días”.