El reconocido nadador competirá por segunda vez en los Juegos Paralímpicos que se disputarán en Francia desde el 28 de agosto.
A cinco meses de los Juegos Paralímpicos de París 2024, el nadador Iñaki Basiloff se prepara para competir en la segunda cita olímpica luego de su participación en Tokio 2020-2021. La competencia olímpica comenzará el 28 de agosto y se extenderá hasta el 8 de septiembre.
El deportista, referente de la natación neuquina, integró desde sus comienzos el programa de becas que impulsa el Gobierno provincial para apoyar el desarrollo de los deportistas de mediano y alto rendimiento integrantes de la selección argentina en sus respectivos deportes.
Desde la secretaría de Deportes y Juventudes del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres recordaron que el nadador de Alta Barda, que el año pasado en los Parapanamericanos de Santiago de Chile obtuvo seis medallas (una de oro, dos de plata y tres de bronce), está entre los tres mejores del ranking argentino y será uno de los once integrantes de la delegación nacional (siete varones y cuatro mujeres) que estarán en París.
En febrero Basiloff compitió en el primer Open Nacional, donde ratificó que es uno de los mejores exponentes del deporte paralímpico argentino logrando la medalla de oro en los 400 metros libre, los 200 metros combinados, los 100 y los 50 libre.
“En estos últimos tiempos tengo muy buenos resultados, hice varias marcas mínimas olímpicas y en Argentina soy uno de los pocos que tiene tres marcas en distintas modalidades así que estamos esperando con ansiedad el momento de viajar. Todavía falta así que estoy encarado más el día a día, disfrutando el proceso previo a Paris”, afirmó el deportista.
Sobre los próximos pasos en su agenda comentó que “en teoría, nosotros deberíamos competir en un torneo internacional previo a París, tenemos competencias nacionales”. De cara a los Juegos Paralímpicos, la preparación será en la zona, con piletas y gimnasios de la región.
Basiloff, que en abril cumplirá 23 años, comenzó a nadar a los dos años como parte de la terapia de readaptación funcional a la mielitis transversa, una enfermedad causada por la inflamación de la médula espinal que sufrió por una reacción adversa a una vacuna. En el agua fue encontrando con los años un espacio de superación que lo llevó a recorrer el mundo.
A los 8 años se lanzó por primera vez a una pileta en el Club Alta Barda, con el objetivo de apoyar su rehabilitación y en ese momento empezó a mostrar su talento para la competencia.
Poco después fue captado por el club River Plate de Buenos Aires, donde empezó a desarrollar la práctica del alto rendimiento y a los 14 años fue citado por primera vez para vestir la camiseta de la selección argentina.
A partir de entonces, la joven promesa de la natación neuquina se incorporó al plan de becas para los deportistas destacados que en las diferentes gestiones impulsó el Gobierno de la Provincia y gestiona actualmente la secretaría de Deportes y Juventudes, dependiente del ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, que se encuentra trabajando en el lanzamiento del programa 2024.
En sus últimos años, su rendimiento dentro de la categoría S7 fue mejorando y alcanzó su gran momento en el Mundial de México 2017 donde obtuvo dos medallas de bronce, en los 400 metros libres y en la posta de 4×100 metros.
Los logros continuaron en los Parapanamericanos de Lima 2019, en los que ganó el oro en 400 metros libres con récord continental y sumó además seis platas (50 y 100 libre, 50 mariposa, 200 medley y las postas 4×100 libre y 4×100 medley). Poco después, repitió el bronce mundial en 400 metros libres en la cita de Londres.
Luego de la pandemia, en 2021, se convirtió en el primer nadador neuquino en competir en un juego olímpico, en este caso en la modalidad deporte adaptado, logrando cuatro diplomas olímpicos en las pruebas de 200 combinados, 400 libres, 100 espalda y 50 mariposa. Sólo en la prueba de los 50 metros libres no logró ingresar en la final.
Cabe destacar que tanto en las pruebas de 200 metros combinados y 400 metros libres, Basiloff quedó a apenas 4 centésimas del podio. Fue séptimo en 100 metros espalda y ahora repitió posición en los 50 metros mariposa.
El progresivo avance no se detuvo, y el año pasado se subió a lo más alto del podio en su prueba preferida, los 400 metros libres en el Mundial de Madeira (Portugal), en el que terminó además segundo en los 200 metros medley y tercero en los 50 metros mariposa y 100 metros espalda. Y hace unos meses, fue plata en 400 metros libres y bronce en 200 metros medley en el torneo ecuménico de Manchester, poco antes de viajar a Santiago de Chile donde obtuvo las seis medallas.