El pastor Oscar Bay fue sometido a una cirugía de vesícula a mediados de enero pasado en el hospital local. La intervención la hizo el médico cirujano Santiago Rumi, según afirmó la familia. Todo se complicó y el paciente fue derivado grave a San Martín de los Andes donde estuvo casi dos meses muy grave en terapia intensiva.
La familia del pastor Oscar Bay vivió semanas de profunda angustia como consecuencia de una cirugía programa de vesícula que se complicó a tal extremo que el paciente fue derivado hasta el hospital de San Martín de los Andes, donde estuvo casi dos meses internado en terapia intensiva.
Kary Bay, hija del pastor, relató a LA ANGOSTURA DIGITAL que el médico cirujano Santiago Rumi fue el que operó a su padre. “Mi papá fue a hacerse una operación de piedras en la vesícula y lo operó el 16 de enero pasado”, contó.
Dijo que le habían consultado al médico si su padre corría riesgo y él dijo que no. Tras la cirugía, su padre comenzó a sentirse mal. Con el paso de las horas el paciente empeoró y la hija recordó que avisaron de la situación al médico y al terapista.
A raíz de la complicación que experimentó su padre en el posoperatorio, se le hizo una segunda cirugía el 19 de enero. Kary sostuvo que en la primera operación de vesícula pasaron a perforarle el intestino delgado y esa invasión originó presuntamente las complicaciones posteriores.
Kary dijo que, tras la segunda operación, su padre tampoco tuvo una evolución favorable. Cuando vieron que su padre estaba mucho peor, Kary pidió que lo trasladaran a otro centro hospitalario, mientras la angustia de la familia aumentaba. A esa altura, Kary dijo que su papá presentaba una infección generalizada. “Después, nos enteramos que también le perforaron parte del hígado”, indicó.
Apenas ingresó al hospital de San Martín de los Andes lo internaron en terapia intensiva porque se trataba de un paciente en estado crítico. Kary afirmó que su padre estuvo un mes y medio “al borde de la muerte”. Después de ese período, que para la familia fue de mucha incertidumbre y dolor, su padre mejoró y comenzó la recuperación muy lenta.
Kary dijo que salió de la terapia intensiva y su padre pudo estar más tranquilo. Estuvo unos días en sala común del hospital y le dieron el alta, pero le indicaron dos semanas de internación domiciliaria.
Hoy, Oscar Bay se siente mejor. Pero tuvo que volver a empezar. “Mi papá bajó como 25 kilos así que tiene que recuperar peso, come poquito, y recién ahora está pudiendo caminar”, explicó. Pero es paso a paso. “Da mucha impotencia todo lo que pasó, pero gracias a Dios está vivo”, valoró su hija.
“Estuvimos con el corazón en la boca durante dos meses”, sostuvo. El cansancio de su madre que acompañó en todo momento a Oscar, que tiene 68 años, sumado el gasto que significó para la familia movilizarse en forma permanente desde Villa La Angostura hasta San Martín de los Andes.
Dijo que las dos semanas que estuvo con internación domiciliaria, nadie del hospital de Villa La Angostura lo fue a ver, lo que generó que ella se presentara a pedir que algún medico lo visitara. Kary comentó que a partir que hizo ese reclamo, una médica lo visitó en forma periódica y se preocupó.
Lamentó no haber estado al tanto de que el cirujano Rumi había sido el que había operado de la vesícula a Adriana Llanquitur, que murió el 27 de septiembre del 2021 tras la cirugía.
El caso se judicializó y el médico fue imputado como el responsable de haber causado la muerte de la paciente por actuar de manera negligente. El 1 de noviembre pasado, el juez Maximiliano Bagnat le concedió al médico el beneficio de la suspensión de juicio a prueba (probation), como había solicitado la defensa del acusado, con el consentimiento de la fiscalía y la querella.
Una de las medidas que el magistrado le impuso a Rumi es la prohibición de hacer cirugías durante 7 meses. Aunque le otorgó la posibilidad de hacer cirugías en enero, porque en ese momento, el hospital de Villa La Angostura se queda sin cirujanos, porque solo cuenta con dos especialistas y uno es Rumi. Esos días fue que operó a Bay.
Dijo que le explicaron que su papá era un paciente que había sido intervenido antes por una peritonitis y ese antecedente el médico supuestamente no lo tuvo en cuenta.
Para Karina fue un error del juez haberse permitido que haga cirugías. Dijo que contó el caso de su padre para que la población de la localidad esté informada para cuando tenga que tomar una decisión respecto al profesional que será el responsable de hacer una cirugía en el hospital local, “para que no le suceda lo que le pasó a mi papá”.