Sr. Director.
Hace menos de una semana, el ex fiscal de Rincón de los Sauces, Vicente Rodolfo Aiello, hizo pública una denuncia de corrupción y amenazas de muerte que pusieran en riesgo a su hijo, indicando como responsables a máximas autoridades del Ministerio Público Fiscal de la Provincia del Neuquén.
Aseveró con nombres, apellidos y cargos públicos, que el Fiscal General y el Fiscal Jefe de la Primer Circunscripción judicial que tiene asiento en la ciudad capitalina, están involucrados en hechos muy serios que, de mi criterio, por su entidad, deberían ser tratados como de extrema gravedad institucional.
Entre otros pasajes de sus afirmaciones volcadas recientemente, hace pocos días, en una entrevista de prensa, el otrora agente fiscal expusiera lo que, con anterioridad, ya está denunciado judicialmente; indicando que por pretender investigar hechos de corrupción y delincuencia organizada en esta provincia, fue hostigado severamente por la superioridad jerárquica, hasta extremos de llegar a recibir en su casa, un sobre conteniendo una rosa, una bala calibre 38 y un papel con una leyenda que decía “cortala o sigue tu hijo”, por lo que finalmente, amedrentado, decidió renunciar como fiscal del caso.
Apunta como posibles autores y partícipes de coacción agravada a un magistrado, a la cima del poder judicial; siendo sumamente preocupante para toda la sociedad que el Ministerio Publico Fiscal neuquino nada diga de tamaña imputación, tan grave como inusual por los actores que involucra.
Nada se replica y todo se calla desde los engranajes públicos, lo cual no hace más que profundizar la intranquilidad de la gente en esta provincia, a la hora de sentir que si lo denunciado por Vicente Aiello es cierto, estamos perdidos en manos de una estructura judicial corrompida y obsecuente al poder político que ejecuta decisiones de administración ya desde diferente órgano, demostrándose así la alarmante falta de independencia del Poder Judicial neuquino, quedando todos los habitantes como rehenes ante un servicio de Justicia que no funciona acorde a las mandas constitucionales.
Por otro lado de análisis, si lo que denunciara el ex fiscal fuera falso, habiéndose calumniado a los más altos magistrados con capacidad de mando de todos los fiscales de esta provincia, del mismo modo añade preocupación el silencio sepulcral que guardan los agentes públicos supuestamente ofendidos, cuando se pone en crisis y dubitabilidad la calidad del servicio de Justicia que administra, nada menos, que los destinos de la provincia más poderosa del país en recursos naturales.
Más al sur de donde Aiello formulara sus reproches, otro ciudadano indignado por las disfunciones peligrosas que enquistan los pilares de los poderes públicos -desde sus bases hasta la cúspide-, Jorge Aníbal Sainz, cargado de toneladas de documentación, pusiera a disposición judicial para ser investigados hechos de corrupción en Villa la Angostura, siendo que la causa, en casi un lustro de actividad -o inactividad, depende como se mire-, no tiene aún un solo imputado debidamente identificado, “saltando” la causa de fiscal en fiscal, habiéndose aportado cuantiosas evidencias que explicitan y acreditan con datos de identidad, los inculpados en maniobras ilícitas que significaran delitos contra la administración pública en perjuicio de los habitantes de esta localidad.
De parangón, entre la denuncia de Vicente Aiello y Jorge Sainz, encontramos un mismo denominador común; que cuando se toca al poder, a los amigos políticos, a los creídos dueños del pueblo y de la provincia, la justicia mira para otro lado, siguiendo presta y ágil para encarcelar ladrones de gallinas y así simular que funciona; cuando de lado, responde pronta a dejar impunes a sujetos que se mueven en otra dimensión, siendo que la gente común, de a pie, los colocara en esas gradas de poder, lo cual no hace más que lucir una flagrante traición a la confianza pública depositada en tan elevados cargos de poder.
Así se maneja la justicia en Neuquén; siendo esa la explicación por la cual numerosas causas que son tramitadas, ralentizan o sucumben en el primer intento, cuando se pide investigar delitos cometidos por funcionarios públicos o sus amistades del poder.
Se espera de la población una pronta respuesta de parte del Ministerio Público Fiscal y también del Tribunal Superior de Justicia, de las Colegiaturas de Abogados que se expidan al respecto y también del poder legislativo, actuando todos como en su rol de contralor de las instituciones públicas, promoviendo su sanidad; porque no somos, ni queremos ser prisioneros de la falta de independencia del Poder Judicial neuquino.-
Abog. Cristian Hugo Pettorosso
Matr. 2248, C.A.P.N; T°XLVIII, F°208, C.A.L.P; T°600, F°816, C.F.A.L.P.; Tº97, Fº387, C.P.A.C.F.