Los datos se desprenden de un informe realizado por IERAL. Esta situación se debe puntualmente a la “disminución notable de la brecha cambiaria” y por eso los argentinos volvieron a empezar a cruzar para ir de comprar a Osorno.
Hace solo algunos meses, cientos de turistas llegaban al país porque la diferencia en el tipo de cambio los beneficiaba y por el paso Cardenal llegaron a cruzar casi 10 mil turistas en un solo fin de semana largo. Sin embargo, después de la última devaluación de diciembre, la tendencia se revirtió y la Argentina se volvió cara en dólares para los países vecinos. En ese contexto, los chilenos y brasileños perdieron entre el 38 % y el 42 % de capacidad de compra en lo que va del año.
Foto: De a poco vuelve la tradición de los angosturenses de visitar Falabella buscando ofertas y oportunidades
Históricamente, el turismo receptivo es uno de los generadores de divisas, conformado por los gastos que realizan los viajeros internacionales en el país. En ese sentido, el reporte indicó que el flujo total de ingresos se mantuvo “cerca de los US$ 5.000 millones durante la última década, exceptuando 2020 y 2021, que fueron años de restricciones a los viajes” por la pandemia provocada por el coronavirus.
El año pasado, los ingresos generados por los turistas que venían a la Argentina alcanzaron los US$5442 millones y fueron superiores a los de 2019, siendo el segundo mejor registro en dos décadas. Esta práctica fue alentada por el tipo de cambio. Los visitantes traían dólares que cambiaban por pesos en el mercado paralelo y, de esta manera, conseguían artículos a un tercio del precio que debían pagar en sus países de origen.
Sin embargo, en los primeros dos meses de este 2024 las cifras de operaciones en el mercado de cambios advirtieron una situación distinta. De acuerdo al informe, esto se debe a la disminución notable de la brecha cambiaria y al tipo de cambio “turista” recargado: “Los ingresos por turismo liquidados a través del mercado de cambios se multiplicaron por 3 respecto de igual periodo de 2023, mientras que los egresos (ahora encarecidos por un tipo de cambio mayor, pero además con impuestos a los consumos en el exterior) se redujeron cerca de 23 %”, explicaron los especialistas.
En ese contexto, se observó la fuerte caída en la capacidad de compra de los turistas que llegan de Chile y Brasil, “algo extrapolable a la mayor parte de los turistas internacionales, independientemente de su origen”.
Los chilenos perdieron 42 % de su capacidad de compra desde diciembre hasta la actualidad, mientras que los brasileños perdieron 38 %. Según plantearon, “esta situación no impacta de manera inmediata en los flujos de turismo, pero ciertamente tendrá efectos a mediano plazo sobre el nivel de actividad”.
Por otro lado, el reporte afirma que la capacidad de compra de bienes y servicios turísticos en el exterior por parte de argentinos creció 57% (medida a dólar blue) y 20% (medida a valor de dólar “turista”) en el mismo periodo.
De todas formas, advirtieron que “no necesariamente se traducirá rápidamente en una suba del turismo emisivo, porque la población sufre las consecuencias del ajuste macro de los últimos meses, pero sí podría ocurrir a mediano plazo”.