Así lo aseguró el secretario general de ATE Villa La Angostura, Nicolás Vejar. Los trabajadores de la planta de residuos, junto con el personal del servicio de recolección de residuos inició el viernes un paro en reclamo de demandas incumplidas durante años.
El conflicto en un sector clave de la municipalidad sigue. El personal de la planta de residuos inició el viernes un paro por tiempo indeterminado para pedir por las obras de gas y de agua para ese edificio, que se reclaman desde hace años. También, para que retiren la enorme cantidad de basura acumulada en el predio que debería haber sido trasladada hasta el basurero regional ubicado en Alicura.
Al paro se sumaron los trabajadores del servicio de recolección de residuos y solo funcionan las guardias mínimas que recolectan residuos en el hospital local, escuelas, centros de salud e instituciones dependientes de Desarrollo Social.
“Nosotros estamos abiertos al diálogo las 24 horas del día de lunes a lunes, inclusive hoy me comunique con gente del gobierno local y provincial, pero las soluciones no llegan que es lo que reclaman los trabajadores del área de Residuos Sólidos Urbanos”, explicó Vejar.
En declaraciones a LA ANGOSTURA DIGITAL el gremialista reiteró que los trabajadores piden “soluciones concretas con avances y plazos de finalización de obras que se puedan visar (documentos)”.
Dijo que solicitan que “haya un seguimiento por parte del ejecutivo de tal manera que si las empresas contratadas para las obras de gas y agua incumplen los plazos, que se haga lo que se tenga que hacer, pero que finalicen las obras”.
Otra demanda es que la planta “cuente con los equipamientos necesarios para que la basura no se acumule y no se generen riesgos medio ambientales y de salubridad para los trabajadores”.
Vejar consideró que este conflicto “se podría haber evitado si el municipio contara con la capacidad económica para autogestionarse y poder optimizar la planta con lo necesario”.
Planteó que hay “ordenanzas que se tienen que actualizar porque son obsoletas, por ejemplo, hay legislaciones locales en relación al dinero que se genera con la venta de reciclados y nadie sabe qué se hace con esa plata porque no lo maneja el municipio”.
Indicó que esos recursos lo manejan “gente ajena a la administración pública, una locura. El Estado genera recursos y se desvía a otro lado, yo no quiero ser mal pensado, pero me hace ruido que haya una ordenanza así”.
Opinó que, “tranquilamente, ese dinero puede administrarse para comprar máquinas, ropa de trabajo, elementos de seguridad de trabajo, indumentaria de lluvia para los coleros que juntan los residuos urbanos”.
Propuso que “incluso se puede destinar para programas de concientización sobre cuidado del medio ambiente en los barrios, o para que los niños visiten la planta de residuos y vean el proceso de reciclado , qué se hace cuando tiras un papel de alfajor en la misma bolsa que una cáscara de naranja, qué pasa si lo haces en bolsas distintas, qué se puede hacer, qué se hace en la planta”. “Eso es educación medio ambiental y acciones de promoción a través de las herramientas políticas”, sostuvo Vejar.
Recordó que antes se hacía lo mismo con la Fundación Salmónidos en el río Bonito. “Iban de las escuelas para hablar sobre la preservación de las truchas. ¿Qué pasó en ese lugar?, ¿qué pasó con esas instalaciones?, ¿en qué se están usando?
Vejar aseguró que “cuando hay voluntad, transparencia, capacidad de gestión e intereses colectivos en lugar de negocios, las cosas salen bien”.