Sr. Director:
Por fin, después de tantas vidas en peligro, muertes y hechos violentos que se vinculan a la distribución de drogas en nuestra localidad, el gobierno provincial pasa a tomar cartas en el asunto, dando un fuerte impulso para combatir el narcomenudeo en toda la provincia neuquina.
Celebro de pie y esperanzado este paso importante que ha decido el poder ejecutivo provincial, el cual requerirá de colaboración en recursos y capacitación de otros resortes públicos, ya del estado nacional por medio del Ministerio de Seguridad dispuesto a dar firme pelea a este flagelo, porque la lucha contra el narcotráfico es de todos y a todos incumbe, porque el veneno blanco no reconoce fronteras, ni edades, ni condiciones sociales, ni sectores públicos ni privados, ni banderas políticas; pues el narco todo todo lo enquista, todo lo enferma, todo lo corrompe, todo lo destruye, y la Patria está en peligro.
Habrá resistencias propias desde adentro de un sistema oficial sospechado de funcionarios inmersos en la problemática, que pueden verse perjudicados por esta novedad tan necesaria y esperada que ha sido por la sociedad neuquina y particularmente la angosturense; pero, como todo cambio, más allá de los eventuales obstáculos que se presentarán, estimo acertada la decisión política asumida recientemente por el gobernador, la cual no tiene marcha atrás.
El narcomenudeo se ha llevado muchos proyectos de vida al infierno en este pueblo que se decía -y supo ser- el paraíso, encontrando ahora una oportunidad propicia para apoyar esta decisión que, si bien demorada que ha sido, llegó y producirá un avance en la batalla contra las drogas y paulatino cambio cultural, dejando atrás años de prédicas oficialistas cómplices de tantos jóvenes arruinados con políticas de tolerancia a los estupefacientes.
Hoy leo el diario curiosamente satisfecho, porque las denuncias públicas realizadas desde hace tiempo, pretendiendo convocar la atención de las autoridades, comienzan a gestar una mutación en un sistema que parecía adormecido.
Abog. Cristian Hugo Pettorosso