Mediante una asamblea de los secretarios de ATEN se decidió 2 días de paro para la próxima semana y otros 3 días para la siguiente, de no haber solución a su reclamo gremial.
Este miércoles ATEN reunió a su plenario de secretarios generales en Zapala para definir, tras las votaciones de las asambleas, la duración del paro docente en Neuquén la semana que viene y la posibilidad de ampliarlo a la siguiente. La definición incluye paro en las próximas dos semanas, aunque con distinta duración.
Aunque la discusión se centró en la modalidad y extensión de la medida de fuerza, el reclamo es el mismo y tuvo como punto de partida el plus por presentismo a las maestras y maestros de la provincia que aprobó la Legislatura.
El martes, la seccional de Neuquén capital, la más numerosa del sindicato, se inclinó por un paro de 48 horas la semana próxima y luego otro de 72, con 898 votos para esa moción. Obtuvo 296 la que proponía una huelga unificada de 72 horas la semana que viene, y solo 16 la que sostenía una retención de actividades de 48 horas.
En igual sentido se pronunciaron las representaciones de Zapala, Junín de los Andes, Plottier y Picún Leufú, mientras que en Aluminé, Cutral Co, Chos Malal, Centenario y San Martín de los Andes la opción más votada fue la de un solo paro de 72 horas.
ATEN definió un nuevo paro en una semana de huelga
Con esos resultados preliminares, se empezaba a ver la tendencia para el plenario de este miércoles en Zapala. El debate comenzó pasadas las 11.30.
Según comunicó ATEN pasadas las 15, la decisión fue de realizar un paro el miércoles 31 de julio con una marcha provincial y continuar el jueves 1 de agosto con acciones en el CPE y los distritos educativos.
La semana siguiente también habrá medidas: un paro de 72 horas que comenzará el martes 6 con una permanencia en Casa de Gobierno hasta el miércoles 7. El jueves 8 se realizarán nuevas asambleas para definir cómo siguen los reclamos.
La decisión llega luego de la huelga de dos días que se realizó este lunes y martes, en la vuelta a clases luego del receso invernal. La medida fue votada antes de las vacaciones, contra el presentismo pero también en rechazo al impuesto al salario y por la renuncia de la ministra de Educación, Soledad Martínez.