Fue creado en 1902 por el presidente Roca y luego “refundado” por Exequiel Bustillo como “Villa Turística” en 1938, pero nunca se planificó su urbanización ni se llevaron los servicios. La tierra fue entregada a Rosario Guananja, el primer policía de Villa la Angostura. Hoy se ofrecen terrenos por redes sociales, que no tienen escrituras, sino que son cesiones de boletos y que, como fue de público conocimiento hace pocos días, en algunos casos, termina con denuncias de presuntas estafas y “aprietes”, en el Juzgado Multifueros de Villa la Angostura.
La historia del paraje El Rincón tiene una rica historia de la mano de la familia Guananja. En 1904 es transferido desde la ciudad capital de La Rioja el sargento de policía don Francisco del Rosario Guananja, a quien se nombra a cargo del Destacamento Fronterizo de Policía en el paraje “El Rincón”, estratégicamente ubicado en el camino que une ambos países, hoy más conocido como Paso Internacional Cardenal Samoré.
Es por lo tanto el primer servidor público que se estableció en esta zona, dependiendo de la, por entonces, Policía Territorial del Neuquén.
Tres meses de a caballo le llevó su viaje desde La Rioja hasta la ciudad de Neuquén, y desde allí, una vez conocido su destino exacto, un mes más hasta las costas del Nahuel Huapi.
Radicado en este aislado paraje permanece en soledad -era soltero- custodiando el paso durante el período estival, debido a que durante el invierno el paso se mantenía cerrado.
En un viaje a Chile conoce a Fidelia Monsalve con quien contrae enlace en el vecino país. Luego el flamante matrimonio se establece en su puesto policial de frontera. La familia se completaría más tarde, con la llegada de nueve hijos.
Es de mencionar que, en el sitio designado para el control policial, se establecía una reserva de tierras, según el Decreto Nacional refrendado por el mismo presidente Julio Argentino Roca, el 3 de mayo de 1902, para la creación de un pueblo: “Villa El Rincón”. Esto nunca se llegó a cristalizar, aunque existen hasta la fecha la reserva de tierras para tal fin.
Sus tareas, además del control fronterizo, eran las de eventuales traslados de prisioneros a Neuquén (un mes de recorrido a caballo) así como la búsqueda de correspondencia en la oficina postal – en el “Paraje Nahuel Huapi” a orillas de la naciente del río Limay – y su entrega a los aislados pobladores del paraje “Correntoso”.
Don Francisco del Rosario Guananja falleció el 7 de febrero de 1926 sin poder lograr la tenencia prometida de la tierra por el reconocimiento de sus servicios.
Finalmente, veintisiete años después, el entonces presidente de la Nación, don Juan Domingo Perón, otorgó el justo reconocimiento al otorgarle la escritura a la viuda y sus hijos del lote pastoril n° 3.
Pese a que nunca se realizó ni autorizó su desarrollo urbanístico, El Rincón no deja de crecer aún sin contar con los servicios y a la espera de que se regularice la situación de quienes adquirieron terrenos en el lugar y esperan poder contar con su escritura correspondiente.
Yayo de Mendieta
Villa la Angostura