Historias de Vida de nuestro pueblo: Guillermina Vargas de Cornelio

En el 2005, Mechi Palavecino siendo directora del Museo Histórico de Villa La Angostura entrevistó a doña Guillermina. De esa jugosa entrevista conoceremos un poco más del poblamiento de nuestro pueblo y parajes aledaños.  Por Gerardo Ghioldi – Archivos del Sur.

Doña Guillermina Vargas nació a la vera de la laguna Calafate un 5 de marzo de 1928, el mismo año que llega la escuela pública ubicada en la costa de lo que hoy es la Universidad de Cuyo

Cuatro años después se funda el pueblo. Pasaran 10 años para la construcción de la vieja escuela 104 ubicada en lo que hoy es la planta de campamentos.

Doña Guillermina se juntó a los 19 años (1947) con Julio Cornelio, hijo de doña Aurelia Cornelio nacida en Mallín Chileno (La Lipela) y viviente luego del desalojo de los Cornelio en Cuyin Manzano.

Tuvieron 17 hijos, con dos pares de mellizos, todos nacieron en las distintas casas de camineros del Espejo, Cuyin Manzano, la Lipela, Traful.

Sus padres se llamaban Luis Alberto Vargas y Zagrófila Monsalve.

Foto: Luis Vargas

Don Froilán Monsalve era su abuelo materno, chileno, viviente en Arroyo del Medio (hoy Ragintuco), luego se traslada al Rincón al venderle los adelantos a Berta Dräsckler de Ávila.

Sus hermanos se llamaban Juana, Matilde, Margarita, Luis Alberto (h) y Arturo todos nacidos entre 1925 y 1934.

Foto: Ficha Vargas – colección APN

A los Vargas les sucedió lo mismo que a todas las familias pobladoras de lo que sería el futuro pueblo pensado en el lote 9 parte sur. Aunque su presencia en la zona data desde la 1° década del siglo XX, Parques los ubica desde 1914.

Al llegar Parques Nacionales en 1934 no se les considera la posibilidad de la ley veinteñal (Usucapión) y se los precariza en la tenencia de la tierra.

La ficha de Parques marca el duro derrotero de los Vargas: el 30 de marzo de 1939 solicita permiso Precario y no se les concede y se emplaza con 10 días para que desaloje la tierra que ocupa. Se recomienda reubicar en cualquiera de los lotes destinados a los pobladores de bajos recursos (el 73, 74, 77 y 78), al final se los ubica en el lote 78.

Ya en aquella época se consideraba al gran mallín de la laguna Calafate como posible hábitat de pobladores sin posibilidades económicas para comprar en el loteo del Puerto.

Se precisa que el desalojo con amenaza de muerte vivida por Guillermina fue el 2 de octubre de 1940 cuando tenía 12 años.

Un nuevo traslado forzoso ocurrió el 15 de febrero de 1945 al lote 74 con la prohibición absoluta de introducir animales. Esta última resolución los limitó enormemente en las posibilidades de progreso económico.

Foto: Informe Davinson – colección APN

  • El Informe Davinson realizado en 1920 nos ilustra acerca de la población de don Luis Alberto Vargas y familia

Las mejoras eran las siguientes:

Una casa con dos piezas corridas de 4,50 x 4 metros y 4,50 x 3 metros respectivamente, paredes y techo a dos aguas de tejuelas de ciprés (cortadas a mano por el mismo Vargas).

Un galponcito de palo a pique, techo de paja de 4 x 5 metros.

Cercados : 1500 m de cercado de varón ( troncos enteros y rústicos) mas 60 metros de cercado de palo a pique rodeando la huerta.

Estas mejoras fueron introducidas en 1915 y 1916.

Poseía 22 vacunos y 6 yeguarizos.

Los animales estaban señalados con la marca de don Ernesto Mermoud, poblador suizo del lote 14 de la Colonia Nahuel Huapi situado en Puerto Manzano.

En próximas notas detallaremos el informe del inspector de Tierras Tomás Davinson y ahora iremos a la entrevista a doña Guillermina Vargas (parte 1)

  • La laguna Calafate que se llamaba Luma

 Antes la lagunita esa…tenía agua puramente cristalina, bien bonita, no tenía juncos. Tenía alrededor, las lumillas, las plantas esas de luma.

(También estaban) los juncos porque había algunos que salían afuera de la laguna, crecían así más o menos, pero no más, ahora no está, así, da lástima pobrecita como está. Está toda contaminada, habría que limpiar tanto, sacar los juncos principalmente, pa´ que abra más la laguna…los juncos parecen como que le estuvieran chapándole el agua. Eso era grande, era un redondel bastante grande. Una extensión grande era antes la Lagunita Calafate. Y antes no se llamaba Calafate se llamaba La Laguna Luma, estaba toda rodeada de lumilla.

Foto: laguna Calafate 1960- vista desde El Pinar- sin información del autor

La lumilla es una planta si…mi papá, los fines de semana, llegaba a la casa y se ponía hacer… cortaba palos de lumilla que eran así más o menos de grueso, de ahí hacia astiles, astiles de hacha, astiles de asada, astiles de gualatos (azadas más pequeñas) que le decían…hacia astiles y los vendía. (los astiles son los mangos)

Foto: La Luma

Aquí en la laguna Calafate. Ahí solíamos jugar hacíamos botecitos con cajones y nos metíamos ahí a la laguna a jugar y en el invierno jugamos en la escarcha…ahora no es como antes, ahora no hela, antes la lagunita esa se escarcha antes……

¿Se podía caminar por arriba?

Si por arriba se podía caminar.

Foto: Plano subdivisión Reserva fiscal lote 9 laguna Calafate- Museo Histórico VLA

  • El toro de la laguna

 No, yo no había sentido nunca hasta hace pocos años atrás que sentí hablar del cuero y nosotros por eso no teníamos miedo de jugar en la lagunita esa, porque no sabíamos nada ni del cuero ni de ninguna cosa de eso.

Nosotros solíamos jugar de lo lindo encima de la escarcha, lo único que me acuerdo una vez este…de las vacas que tenía mi papa nació un ternero “tembleque” así que mi papá decía que era del toro de la laguna.

El ternero no vivió mucho…según mi papá decía que siempre salían toros de la laguna…

¿Cuál era el trabajo de su papá?

Él trabajaba en diferentes partes, estuvo trabajando cuando se hizo el Hotel Correntoso,

con Don Pancho Capraro le decía él, bueno con él estuvo trabajando bastante tiempo; después estuvo trabajando allá en Paso Coihue con los Newbery, también. Ahí también estuvo mucho (tiempo) mi papá trabajando…cuando falleció mi mamá nosotros quedamos solos y él siguió…tenía que seguir trabajando.

Foto: Hotel Correntoso – 1928 – colección Museo Histórico VLA

¿Cuántos hermanos eran?

Seis…cuatro mujeres y dos varones…Tenia 5 años yo (1933), cuando falleció mi mamá y mi hermano mayor tenía 8.

Mi mamá falleció en un parto. Si, porque mi papá no buscó a doña Emma Dräsckler, que ella era la partera de todos. No la encontró, entonces vino otra y ahí mi mamá falleció. Y así que el nene ese también falleció, también murió, ella falleció con nene y todo. Y de ahí, nosotros quedamos solos.

Mi papá salía a trabajar por ahí y cuando venía y tenía tiempo hacia astiles, siempre tenía palos preparaditos para empezar hacer ahí en la casa…después trabajó con don Ezequiel Bustillo, en Cumelen estuvo de quintero. Caminero y quintero, ahí se estuvo un montón de años…y después de esa ya empezó a jorobar Parques Nacionales y ya tuvimos que abandonar la casa; cuando compró un…alemán, creo que compro ahí…ahí en la esquina del pinar grande que había.

Después de eso ya empezamos a pasar un poco triste porque mi papá tuvo que salir de ahí, tuvo que desarmar la casa e irnos a la cabecera de la laguna Calafate. Ahí hizo la casa. De ahí íbamos a la escuela después, porque cruzábamos derechito, esperábamos a las chicas Barría, a las chicas Antriao, y nos íbamos todas juntas para la escuela.

Foto:   1° escuela ubicada en la costa de Universidad de Cuyo- colección escuela 104

¿Quién era el maestro en ese tiempo?

Y el maestro era Sergio Pérez nomás. Ese el único, no hubo otro maestro… era buenísimo. Después nosotros de ahí…a veces nos veníamos en el camión de Barbagelata, de don Pocho Barbagelata…le solíamos pedir que nos traiga y nos largábamos del camión no más, porque no hacía caso de parar…teníamos que bajar y no paraba. Cuando le golpeábamos la cabina arriba “pa” que pare, y no paraba así que nosotros saltábamos abajo no más.

Los Barbagelata fueron los primero que llegaron acá con almacén…fueron ellos.

Porque primero estuvo acá, cerquita de la casa adonde nacimos nosotros, ahí estuvo primero el almacén.

Era una casita de madera sí; era en principio nada más para empezar a trabajar…ahí lo atendía Don Roberto Marimon.

El de abajo (en el Puerto) se hizo después sí. Y después de eso, ahí estuve trabajando yo, en la Flecha.

Yo era ayudante de cocina, porque también atendía la parte del comedor. Era de los Barbagelata y después llegó Bianchi…después yo me casé (con don Julio Cornelio) y mi papá decía que cuando uno se casa tiene que seguir al marido, pa´ adonde vaya.

  • ¿Dónde se fue su marido?

Se fue allá porque…era…caminero de Parques, estaba tanto por un lado como por otro, estuvimos un tiempo acá en el Cruce y de acá nos fuimos al lago Espejo. Estaba con Roberto Ávila. Él recorría todo hasta allá Ruca Malen.

  • La Flecha, Ramos Generales de la familia Barbagelata

Foto: Festejos construcción La Flecha 1960 – colección Museo Histórico VLA

Estaba cerquita ahí de la playa…de la Brava, ahí cerquita estaba el almacén y restaurant.

Después se hicieron para dormir si algunas piezas, después pasé a ser mucama ahí también…

  • ¿Quiénes estaban de los Barbagelata?

Estaba Pocho. Después estaba don Jorge y don Enrique.

 – ¿Ellos ya estaban casados o se casaron después?

No, eran solteros, después se casaron ellos, después que yo me fui de acá, entonces ahí este…por medio de la radio empecé a enterarme que se casaban…Enrique Barbagelata ese era el tesorero que tenían ellos ahí; don Jorge y Pocho…Si él murió primero. Y ellos fueron los que acarrearon todas las piedras para que se haga la escuela, se haga la capilla, la casa del guardaparque.

Las traían en camiones; en Regintuco había un grupo de picapiedra que le llamaban que eran polacos ellos preparaban la piedra.

 

Continuará…

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