Mantener la central térmica de la ciudad cordillerana le genera una costosa erogación al EPEN, mientras se demora la culminación de la interconexión a la red general desde Pilcaniyeu.
Cuando ocurrió el apagón del siglo, el 16 de junio de 2019, en todo el país, Villa La Angostura no sufrió la ausencia de energía, sus habitantes se enteraron del megacorte por familiares de otros sitios del país.
Desde hace ocho años, el Estado neuquino paga una millonaria suma por mes para poder brindar el servicio de energía eléctrica a la ciudad pese a que realizó una inversión para que el costo sea más reducido.
La localidad turística se abastece de energía mediante motores de generación que se alimentan de gasoil o gas porque la red no está conectada a la nacional.
Cuando se pretendió hacer un ahorro y mejora en la confiabilidad del sistema se utilizaron generadores a gas. La solución no duró mucho porque el gasoducto Cordillerano está sobreexigido y en invierno se priorizan los consumos domiciliarios, por lo que fue necesario volver a utilizar gasoil. La contaminación sonora y de la combustión en el aire es como el sacrificio que hace la villa cordillerana para contar con el servicio.
“Hace ocho años que está hecha la obra de electrificación pero la conexión entre Bariloche a Villa La Angostura no está, pasaron todos, y cuando digo todos son todos, los secretarios de Energía de la Nación y ninguno hizo nada”. La queja la formuló el gobernador de la provincia de Neuquén Rolando Figueroa, en alusión directa al exsecretario de Energía del gobierno de Alberto Fernández, el actual diputado provincial de Unión por la Patria, Darío Martínez.
En efecto, la Provincia del Neuquén ejecutó en 2016 -a través del EPEN- las obras necesarias en su territorio para concretar la vinculación de Villa La Angostura al sistema interconectado nacional (SADI). Entre ellas figura la construcción de la Estación Transformadora (ET) Paso Coihue 132/33/13,2kV y la extensión de la línea de alta tensión (LTA) de 132kV entre El Cruce-Paso Coihue.
Ocho años después la villa aún se abastece mediante la generación térmica pues resta concretar las obras de interconexión que fueron anunciadas por los gobiernos de Mauricio Macri, Alberto Fernández y hasta por el candidato en su calidad de ministro de Economía, Sergio Massa.
El gobernador dijo que por mes se gastan 2 millones de dólares para garantizar el funcionamiento de la central térmica durante el invierno -se complica el uso de gas y sólo funcionan con gasoil- y que en verano el gasto se reduce a 1,5 millón de dólares.
Alicurá Pilcaniyeu Bariloche Alipiba
En el gobierno de Fernández se le cambió el nombre y se utilizó las dos primeras letras de los tres sitios que unirá el electroducto Alicurá, Pilcaniyeu y Bariloche, Alipiba. La idea es hacer esta obra para garantizar el suministro para la ciudad turística por excelencia que tiene la Patagonia y de ahí hacer la conexión con Villa La Angostura. Un dato a tener en cuenta que la inversión que hizo Neuquén fue soterrada, es decir que el cable que suministre el servicio de energía está bajo tierra, lo que generó un costo que, en su momento, fue de unos 50 millones de dólares.
La obra del lado rionegrino era como una condición para la interconexión con Neuquén y se ampliaría la capacidad de transporte tanto para esa localidad como para Pilcaniyeu y Bariloche, en Río Negro. De esta manera, se haría frente al crecimiento de la demanda demográfica y los picos de consumo asociados al turismo.
La obra de Alipiba contempla la construcción de líneas de alta tensión de 132kV entre Alicurá y Dina Huapi (108 kilómetros), Dina Huapi- El Cruce en Neuquén (7 km.) y desde Dina Huapi hasta Bariloche (20 km.); así como también una estación transformadora de 132kV en Dina Huapi y la ampliación de campos de salida en 132kV en la ET Bariloche y la ET Alicurá, según se informó en forma oficial.
La iniciativa de hacer la obra subterránea desde el cruce hasta la villa, surgió después de la caída de cenizas del volcán y de las grandes nevadas de 2019, donde parte del servicio de distribución quedó en el suelo.
O sea, si el servicio hubiese estado conectado con el sistema interconectado pero en forma aérea, se habría cortado igual como ocurre en San Martín de los Andes con la estación transformadora de Pio Protto.
Mejor generación
A poco de iniciar el 2021 se realizó una inversión para renovar las instalaciones de generación a los efectos de garantizar la cobertura ante el crecimiento de la demanda. Se hizo, en forma gradual, el reemplazo total del equipamiento generador de energía de la central térmica. Se trató de la renovación de tecnología y la utilización de nuevas instalaciones para brindar el servicio en forma más confiable.
Según había indicado en ese momento el EPEN se dispondrán de 6 megas de potencia con nuevos equipos diesel y otros 4 megas alimentados a gas natural. Como la utilización de gas en invierno es crítica y aún no se colocaron los equipos compresores en Chubut para aumenta la capacidad del gasoducto Cordillerano, la utilización del fluido para producir energía se vio seriamente comprometido.
Siempre a la espera que se pueda enganchar el suministro con las instalaciones desde la provincia de Río Negro, el abastecimiento de gas para la central térmica implicó la construcción de un gasoducto. La inversión se realizó con el argumento de que generar con gas natural es más económico y menos contaminante que hacerlo con gasoil. La no ampliación del gasoducto hizo privilegiar el gas para uso familiar y no para la generación eléctrica, en función de lo que les informó Camuzzi Gas del Sur al Ente de Energía.
Es decir que las dos opciones que hay dependen de obras que están paralizadas desde hace varios años.
Las plantas compresoras que estaban en la aduana de Campana, provincia de Buenos Aires, iban a ser instaladas en la punta sur del gasoducto, Chubut, para poder ampliar la capacidad, especialmente para consumos domiciliarios en Bariloche, Villa La Angostura y San Martín de los Andes.
Fuente: Río Negro.
