Sr. Director:
Soy vecino del barrio Tres Cerros desde hace cerca de 10 años. Soy biólogo, ecólogo y naturista, especializado en medio ambiente, ámbito en el que trabajo desde hace cerca de 20 años. Esta experiencia me fue dando cada vez más perspectiva sobre la importancia de los humedales, ambientes que cumplen varios roles críticos para la sostenibilidad de la vida en nuestra región (podes profundizar más sobre la importancia de los humedales acá). Hace más de 3 años, junto con Nicolás, gran amigo y biólogo, comenzamos a pensar cómo podíamos encontrar la manera de conservar, restaurar y valorizar estos ambientes, así surge SOS HUMEDALES.
En este contexto, es lamentable leer las declaraciones de Edgardo Cendra, quien ha desinformado tanto sobre el proyecto como sobre mi persona. Es relevante señalar que este ser asistió a una de las cuatro reuniones abiertas que realizamos para la comunidad, pero nunca formuló preguntas ni intervino. Sin embargo, al día siguiente publicó una nota en la que distorsionó los hechos e información discutidos en dicha reunión. No tengo el gusto de conocerlo personalmente, pero sus declaraciones públicas, tanto en el noticiero de este diario como en su artículo, muestran que tiene un conocimiento limitado y confuso sobre el proyecto. Al igual que cuando habla de favorecimientos e incompatibilidades de mis funciones y sobre un supuesto contrato, cosas que son falsas. Sus críticas se centran, por ejemplo, en la “tokenización”, una herramienta de trazabilidad digital que, como explicamos detalladamente, no tiene nada que ver con la venta o intercambio de humedales, como él afirma. En el convenio no existe un contrato del Municipio con nosotros, ni sesión de propiedad, ni tokenización del activo, como él sugiere. Esto parece ser producto de una malinterpretación o desconocimiento de su parte. Todos sus cuestionamientos giran en torno a una posible venta de tokens, lo cual no es parte del convenio. Lo que realmente se hará es recopilar información científica y ponerla a disposición de los vecinos, el municipio y las universidades.
Villa La Angostura, con su alto potencial y necesidad de proteger los mallines, se convirtió en uno de los lugares clave para nuestra propuesta, además de ser el lugar en el que vivo con mi familia. Nuestra iniciativa, que ha sido validada por referentes ambientales, profesionales, empresas y autoridades, ha recibido el apoyo unánime del Concejo Deliberante en su primera lectura. Esto tiene un valor inmenso, ya que en nuestra localidad, es sabido que el ejecutivo y el deliberante no siempre han trabajado en sintonía. Haber logrado que ambos estén alineados y apoyen este proyecto refleja el nivel de consenso que hemos construido entre distintos actores.
Nuestro proyecto es, además, la única propuesta concreta presentada en los últimos años para la conservación de los humedales en Villa La Angostura. Este esfuerzo no es solo mío o de mi equipo, sino que surge de un trabajo de construcción colectiva. Nos hemos reunido con la dirección de medio ambiente, distintos bloques del concejo deliberante, juntas vecinales, organizaciones ambientalistas y diversos referentes para presentar la propuesta y nutrirnos de sus ideas y perspectivas. Hoy contamos con el respaldo de las tres juntas vecinales vinculadas a los humedales: Barrio Norte, Tres Cerros y Peumayén. Este nivel de participación ciudadana es crucial y debe ser replicado en cualquier proyecto que busque intervenir en estos ambientes y tierras públicas.
Es importante resaltar además el impacto que venimos sintiendo los vecinos de estos mallines por su intervención: Calles llenas de agua, pozos ciegos saturados, humedad fundacional en las casas, entre otras varias cosas.
- Noticia vinculada
Llevamos casi dos años trabajando para concretar un convenio que permita evitar la destrucción e intervención de dos mallines urbanos en co-gestión con la Municipalidad, la autoridad de aplicación. Este convenio es similar a otros proyectos de conservación que se están realizando en ciudades con humedales. Este proyecto es el resultado de un trabajo profesional y transparente, en el que me involucro profundamente no solo como científico, sino como vecino de una localidad que ha sufrido la pérdida de mallines por rellenos desmedidos y urbanizaciones con bajo control y planificación (a pesar de ser ambientes protegidos por el Código de Planeamiento – Capítulo 3 – Suelos No Urbanizables).
Nuestro objetivo es claro: detener la destrucción de estos ecosistemas vitales, sensibilizar a la comunidad sobre su importancia, y poner en valor los servicios ecosistémicos que nos ofrecen. Villa La Angostura es un paraíso natural, pero estamos perdiendo estos ambientes cruciales que no solo nos afectan como vecinos y vecinas sino también impacta negativamente en el turismo, uno de los principales motores económicos de la localidad. Invito a todas las personas, incluyendo al señor Cendra, a presentar propuestas constructivas y ser parte activa de la conservación de los humedales de Tres Cerros, Barrio Norte y otros mallines de nuestra localidad. Sin estos humedales, perderemos no solo parte de nuestro paisaje, sino también la posibilidad de seguir siendo un paraíso natural. El tiempo para actuar es ahora.
José H. Pueyrredón
Dni: 31.649.861
Villa la Angostura