Los dos llegaron siendo en ese momento grandes personalidades y eligieron el entorno natural de Villa la Angostura, tomando como base el histórico Hotel Correntoso, y aquí filmaron gran cantidad de escenas de las películas “Intimidades de una cualquiera” y “Siempre te amaré”.
Numerosas personalidades han visitado Villa la Angostura, cuando era una “Aldea de Montaña” con apenas 2500 habitantes y que hoy forman parte de la historia del Hotel Correntoso, dejando ricas anécdotas y causando una gran conmoción entre aquellos pocos vecinos.
Entre estos casos se destaca lo sucedido en 1970, cuando los empleados recuerdan -en forma muy especial las mujeres- la estadía del popular cantante Sandro que llegó a Villa la Angostura estando en la cima de su popularidad para grabar la película “Siempre te amaré”, dentro del mismo hotel y en los alrededores del río Correntoso, aunque también se registraron escenas en la Capilla Virgen de la Asunción y en la residencia El Messidor.
Parece ser que el reconocido interprete, durante los casi veinte días que duró su permanencia en este “bellísimo lugar”, no escatimó “halagadores conceptos” para la hija del dueño del Hotel (Silvia Capraro), quien además actuó en un papel secundario (fue una recatada “monja”) sobre el final de la película.
Video: Escenas filmadas en la Residencia de El Messidor
La película fue dirigida por Leo Fleider según su propio guion escrito en colaboración con Jorge Falcón y se estrenó el 1 de abril de 1971. Tuvo como protagonistas a Sandro, Elena Sedova, Marcos Zucker, Alfredo Iglesias y Alicia del Solar.
Isabel Sarli
No menos inadvertida en 1972 fue la estadía (en este caso para el personal masculino) de la actriz Isabel Sarli, quien acostumbraba a tomar sol en condiciones “más que escandalosas” para la época en la costa del Nahuel Huapi, frente al comedor del Hotel.
Más de uno perdió el sueño (y casi la compostura) durante esta particular visita. Sin embargo “Doña Emma” – recuerdan cariñosamente los empleados – siempre estaba allí, controlando que todos siguieran “atentamente” en sus actividades laborales.
Algunas escenas de la película “Intimidades de una cualquiera”, con alto nivel de erotismo, se filmaron en desoladas playas cercanas del Nahuel Huapi. Sin dudas el empleado más envidiado del Hotel resultaba ser el lanchero Pinuer quien, en la lancha “Venus”, los acercaba al lugar, resultando ser un “espectador de lujo”.
La película fue estrenada el 2 de mayo de 1974 y fue dirigida por Armando Bó y como protagonistas principales estuvieron, además de Isabel Sarli, Armando Bó y Jorge Barreiro.
Finalmente, Isabel Sarli y Armando Bo, dejaron expresado su grato paso por el Hotel, en el “Libro de Visitas” que aún se conserva como testigo de innumerables personalidades que fueron sorprendidas con la belleza del “Correntoso”.
- Otras curiosidades de la época
Las “mascotas” del Hotel
No pasaba desapercibida la presencia de las “mascotas” del Hotel, que recibían a los sorprendidos pasajeros y con su gracia conquistaban la atracción de los más pequeños. Una de ella tenía por nombre: “Bra”, y resultaba ser un ciervo que Francisco Capraro había traído desde la Isla Victoria al Hotel, con apenas unos pocos meses de vida.
Don Guillermo Gutiérrez recuerda con cariño: “…una vez que don Francisco trajo el ciervo al Hotel, cuando apenas eran un “bambi”, me encargue de criarlo y de cuidarlo, pues era medio “mañoso”(…), nunca me voy a olvidar cuando estuvo el presidente Agustín Lanusse, me descuidé y se me metió adentro del comedor cuando estaba el presidente por empezar a almorzar, por suerte todos lo tomaron con gracia e incluso se sacaron varias fotos…(…), siempre tenía que tener cuidado con los chicos porque tenía reacciones difíciles, pero claro era una animal que nunca se pudo domesticar por completo, pero era la gran atracción del Hotel y ningún pasajero se iba sin tomarse una foto de recuerdo…”.
No pasó sin sobresaltos la ocasión que se alimentó con un “exquisito” sombrero (así lo debe haber pensado seguramente) de una elegante turista, quien pese a los gritos desesperados no pudo recuperar su preciada prenda. Forman parte de esta curiosa historia la hembra “Susana”, y la cría nacida de ambos “”Arturo” (en alusión al ex-presidente Frondisi).
“Susana” resultó ser algo “bebedora” – recuerdan testigos con una sonrisa – pues solía introducirse en el lavadero buscando el solvente que resultaba ser su “perdición”. No menos problemático para Doña Emma era otra de sus particulares costumbres: morder los burletes de los autos.
Pero no todos eran momentos de sonrisas para los turistas, en una oportunidad – recuerda Lidia Hubert – un grupo de turistas notó que el ciervo los seguía, estos empezaron a apurar el paso, y el ciervo continuó con su costumbre de seguirlos, pero los turistas, desconfiando de las sanas intenciones de “Bra” corrieron y se encerraron en la usina. Allí permanecieron más de dos horas – mientras el ciervo realizaba una “celosa guardia” en la puerta – hasta que un empleado del Hotel advirtió la situación y los “rescató” del encierro voluntario.
Y si algo especial le faltaba en la “fauna” propia del Hotel Correntoso, era la de una “cabra voladora”. En una oportunidad una cabra que era “habitue” del lugar entró en el Hotel y subió por las escaleras, y sin nadie poder explicarlo llegó hasta una lucarna en el altillo, desde donde – buscando una salida en forma desesperada – se arrojó al vacío.
Todos contuvieron la respiración mientras realizaba su “destreza aérea”, el gran golpe y quedarse inmóvil sobre el jardín llevó a imaginar que era su última picardía, pero unos minutos después (estaba desmayada) retomó sus habituales energías y todo volvió a la normalidad.
Mascotas, si las hay, eran las de aquellos tiempos, sin lugar a dudas…
Yayo de Mendieta
Villa la Angostura