Son 11 pequeños fascículos que editó Archivos del Sur, una subcomisión de la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer. Historias que difícilmente se encuentren en los libros.
Historias que rescatan la magnitud que adquirió la insuperable nevada de 1944. Otras que traen a colación cómo se deslomaron los trabajadores que a las órdenes de Parques Nacionales y de Vialidad después, construyeron y mantuvieron el camino que unió Bariloche con Villa La Angostura. A fuerza de pala nomás… Unas más que actualizan los injustos desalojos que sufrieron decenas de familias pobladoras ante la llegada de la primera de las reparticiones o a manos de los infaltables terratenientes.
La gente de Archivos del Sur llama fanzines a la colección de 11 publicaciones -por ahora- que lanzó para aportar a una reconstrucción de histórica del Nahuel Huapi. Se escribieron a partir de entrevistas con descendientes de los Lagos, los Palma, los Chandía, los Antriao, los Leiva y muchos más, rescate que incluye además contundentes testimonios gráficos, es decir, fotografías, hasta el momento inéditas o poco difundidas.
El que corresponde a la inmensa nevada que se produjo 80 años atrás se titula simplemente “El ‘44”. Incluye tres testimonios de Evaristo Lagos que contienen descripciones similares a otras que rescató El Cordillerano unos meses atrás. “Me contaba mi padre Arzobindo que ellos era hombres jóvenes y muy fuertes, eran muy andadores, tenían un tordillo muy grande, y vieron en la cordillera un agujero en la nieve… ¿Qué pasaba en ese agujero? Y se fueron caminando hacia arriba con chiguas, y llegaron a esa parte y era el padrillo que estaba abajo, hizo un pozo, daba vueltas y vueltas. El agujero que se veía, era la cabeza que sacaba a veces”. El segundo: “resulta que la vaca, estando la nieve, va subiendo, pero por ahí hay árboles abajo, ñires muy desparramados y entonces si se va la nieve y el animal queda colgado, muere ahí”.
Otro de los fanzines se titula “Camineros, héroes anónimos”. Explica en su contratapa que “los camineros de Parques Nacionales fueron claves en mejorar con creces la conectividad a partir de fines de la década del 30 en el exuberante bosque cordillerano. En los 40 pasan a Vialidad Nacional”. Fueron “compañeros de constancia y laburo honesto Perico Tierno, Raúl Cerda, Félix Chamorro, Julio Cornelio, Elías Dimitrovich, Manuel Palma, Cirilo Castillo, Mardones, Gregorio Olatte, don Lleufu el buey negro y tantos otros”.
Incluye entre otros, el testimonio de Runilda Palma: “mi papá, Manuel Palma, fue el que trabajó en la cuadrilla que hizo la ruta a Bariloche. Pasaba días y días por ahí enterrado en el barro con el montón de compañeros que, en este tiempo de nieve, era feísimo. Sabía llegar con dolores por todos lados. Se iba a unos baños en Hua Hun (sic). Y ahí nomás se componía un poco y volvía otra vez a trabajar. Era capataz de la cuadrilla…”
No hacen falta más palabras
Otras de las publicaciones son “versiones libres” a partir de “contadas”. Es el caso de “La valija de los sueños. ¿Estoy o no?”, derivación de los relatos que aportó Juan Carlos Chandía en La Lipela, pero más allá de la recreación, se aclara que “los Zumelzú poblaron Mallín Chileno, costa del Limay en 1907. Desalojados por latifundistas en 1928 se aposentan en Cuyín Manzano. Desposeídos por la última dictadura militar en 1976 se asientan en La Lipela. Luego de 30 años de lucha, Juan Carlos Chandía fue reconocido como poblador efectivo en 2020 por Parques Nacionales”. Bajo la advocación de Osvaldo Bayer, Archivos del Sur proclama una célebre consigna del escritor y periodista: “La ética siempre triunfa”.
No se trata de historia antigua y medieval, sino de episodios que tienen íntima vinculación con el presente. “Cuando llega la Comisión de Límites argentina encabezada por el perito Moreno a la zona norte del lago Nahuel Huapi en 1895 solo encuentra en lo que hoy es Villa La Angostura a los Antriao y Paichil. Ignacio Antriao era botero y realizaba los cruces del peligro río Correntoso. Fue reconocido por el presidente Julio Argentino Roca y se le otorgó el lote 9 junto a los Paichil en 1902. Ignacio Antriao y su indiada tenían más de 50 caballos. Eran ricos para la mentalidad occidental. Si lo hubieran sabido, hubieran comprado 4 lotes pastoriles de 650 hectáreas cada uno”, ironiza el texto, ya que Primo Capraro y Federico Baratta compraron por 500 pesos el Lote 8 de la Colonia Nahuel Huapi, valor que, por entonces, equivalía a “unos 12 buenos caballos”.
El 1° de noviembre de 1903, el de Belluno hizo caso omiso a las advertencias del botero y se lanzó a cruzar el río Correntoso. No la pasó bien. “Me metí y gracias al lazo del cacique que me hizo llegar a tiempo, pude salir”. Después, Capraro cenó “papas cocidas condimentadas con ají y pimentón y carne de potro en charque molido”. En este caso, el texto es una versión libre de la biografía del “pionero”, recuperada por Conrad Meier.
Los Peralta en Casa de Piedra
“Mi mamá lloraba” es otra recreación “sobre las contadas de doña Eduvina Leiva”. En este caso, el fanzine rescata otro suceso penoso. “Don Leonidas Leiva y doña Rosa Vázquez junto a sus pequeños hijos entre ellos Eduvina fueron desalojados en 1938 de la población Leiva a metros del Mirador del lago Traful. Tenían 400 ovejas y muchos vacunos. Años más tarde terminaron viviendo en Villa Llanquín”. La publicación se basó en una entrevista que realizaron en su oportunidad Marisa Criado y Rubén Lagrás para su programa “Patagonia camino y tiempo”, de Radio Nacional Bariloche.
Archivos del Sur es una subcomisión que funciona en la Biblioteca Popular Osvaldo Bayer de Villa La Angostura. En el contexto de un impulso colectivo, la colección de fanzines se debe sobre todo a Gerardo Ghioldi. Se pueden encargar a través de [email protected]. Será de interés para un sinfín de barilochenses.