Sr. Director:
La responsabilidad de garantizar los servicios básicos es del Estado, y debe asegurar que estos estén disponibles, accesibles y de calidad para todos los ciudadanos.
Teniendo en cuenta que la finalidad de la función pública es el bien común, cualquiera sea su nivel jerárquico, resulta inadmisible que una funcionaria culpe a los vecinos e intente quitarse la responsabilidad que su cargo comprende. Estos funcionarios públicos son frutos de la improvisación, con escasa o nula competencia en las áreas que se desempeñan, dan lugar a políticas públicas de pésima calidad e inestables y un Estado ineficiente.
Es lo más cercano a lo que está pasando en nuestra localidad, donde los servicios públicos básicos, recolección de residuos, servicio de agua, están escaseando en plena temporada estival.
En el caso del agua, particularmente en los barrios Maikana, Selvana y Rincón de Lynch, el servicio se ve afectado hace ya 10 días y la mala predisposición de los funcionarios públicos queda plasmada en cada mensaje a cada vecino que reclama una respuesta o una solución. Tal es el caso de la subsecretaria de servicios públicos, Paulina Goicoechea, que aduce que el faltante de agua se debe al consumo de los vecinos, cuando claramente no se puede consumir algo que no hay, y no a la pésima gestión de todos los gobiernos que han aprobado desarrollos inmobiliarios, por los que la municipalidad cobra derechos de construcción y demás tasas pero que no se invierte en la infraestructura que la potencial densidad demográfica implica a quienes se abastecen y abastecerán de un mismo tanque en el que no se invierte desde el año 2004, cuando la última inversión fue privada.
Mientras que el secretario de servicios público; Raúl García, nunca responde un llamado.
En el artículo 3 del código de ética de la función pública establece que “los términos ‘funcionarios’, ‘servidor’, ‘agente’, ‘oficial’ o ‘empleado’ se consideran sinónimos.” Señores funcionarios, ustedes son servidores públicos, están al servicio de quienes pagamos impuestos, es su responsabilidad dar respuestas y soluciones.
Necesitamos y exigimos respuesta y solución al tema del agua, continuamos sin ese servicio básico, sin respuestas y mucho menos soluciones. Pero para eso hace falta un programa lógico, pragmático, realizable, sensato y consensuado que incorpore todas las herramientas tecnológicas posibles, pero que evite las utopías tecnocráticas y las teorías jamás llevadas a la práctica. Y equipos de gestión con la experiencia y la capacidad para implementarlo, que tenga un orden de prioridades coherente y el manejo de los fondos públicos acorde al mapa de situación actual.
Vecinos de los barrios Maikana, Selvana y Rincón de Lynch