Sr. Director.
Creo firmemente que es la ERA DE L AS PEQUEÑAS COINCIDENCIAS, Cómo mensajes y acción para preservar la paz entre tod@s y que de esa paz som@s responsables tod@s.
Para este tiempo, crezca un ejercicio colectivo de militar por la paz, con responsabilidad, por la democracia, en un tiempo de cambios y turbulencias.
Una era de convivencia pacífica, de búsqueda de coincidencias, de creatividad para preservar el bien común y social de nuestra comunidad privilegiando a los que vivimos todo el año en este lugar donde tenemos el deber de ser custodios responsables de la naturaleza y que sufrimos carencias que cada día se agravan.
Un compromiso social y humano sin apasionamiento sectarios, ni chicanas y sin alejarnos de la realidad escondiendo la cabeza como un avestruz, de acordar con el vecino sabiendo que tenemos responsabilidad humana y democrática.
En nuestro pueblo, atrás quedaron los sueños, los trabajos, los talleres compartidos de un grupo de vecinos que quería convertirse en una Aldea de Montaña, en las puertas de convertirnos en una Ciudad, cosmopolita y caótica, que ha rejado atrás ordenanzas que nos permitían cuidar la naturaleza, preservando el entorno con parques y jardines amplios y construcciones con materiales que le daban una fisonomía única. Que quede claro que no estoy en contra del progreso, pero estoy en las antípodas de dicho progreso a cualquier costo.
Esto acompañado a la revolución tecnológica y el uso excesivo de las redes, mas lo que a mi me interesa llamar las capas geológicas humanas (que de acuerdo a la época que llegaron a la Villa aportan su impronta) nos ha llevado a descuidar la cultura que teníamos en aquellos años.
Acá vamos, no se ofenda, voy al grano. Mi humilde aporte es esta reflexión, desde el humanismo, y de lo que estoy sintiendo en carne de vecinos, es la necesidad de buscar en nuestra sociedad una “PACIFICACION” Un pacto de no agresión cada mañana cuando nos levantamos, cada vez que usamos las redes, cada vez que creemos que una “carta de lectores” es una noticia y una verdad absoluta, creyendo que merezco menospreciar al vecino
Deberíamos abrir un debate de que sociedad queremos para la ciudad que se avecina, permitiéndonos los apasionamientos, pero no los encasillamientos cerrados a ultranza.
Expreso mis deseos, de no agresión en los medios y en las redes, porque en el entorno de eso que escribimos (con razón o sin ella) hay una familia, un hijo, una madre, a quienes no hay forma de explicarle aquel tema que lo involucra.
El escritor y filósofo italiano Umberto Eco, solía criticar duramente a las redes sociales, ya que consideraba que éstas le daban espacio a “legiones de idiotas”, cuando decía: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que primero hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Ellos eran silenciados rápidamente y ahora tienen el mismo derecho a hablar que un premio Nobel. Es la invasión de los idiotas”, comentó el Premio Príncipe de Asturias, en declaraciones tomadas por el diario italiano La Stampa en junio de 2015.
Fuente: INFOBAE https://www.infobae.com/2016/02/19/1791454-la-dura-opinion-umberto-eco-las-redes-sociales-les-dan-espacio-legiones-idiotas/
No todos los que hacen lo contrario a lo que nosotros creemos que hay que hacer o decir, son unos p……o unos HDP, o unos ladrones.
Hay una necesidad visceral de exponer inmediatamente lo que pensamos, por la facilidad que tenemos hoy en esta “seudo democratización” que transitamos. Es necesario si creemos en la palabra de Cristo y la difundimos en varias iglesias recordar que él dice: “Quien esta libre de pecado, que tire la primera piedra”
Deberíamos propiciar una ciudad en la que los hijos, no sufran las consecuencias de dichos que su padre recibe en los medios o de una madre sufriendo en el sillón donde ya no teje, como tejían las abuelas de antaño, y es golpeada por esos escritos.
De vecinos que se cruzan de vereda para no encontrarse porque recibió una agresión en un medio o una red.
Este pueblo crece bajo distintas leyes de distintos organismos, que superponen sus intereses. Cada uno de los casos merece un estudio de situación distinto, revisar los convenios, provinciales, nacionales, de áreas protegidas e internacionales. Donde operan distintas autoridades y legislaciones.
Hay tantos temas que merecen tener un análisis de acuerdo a su situación, de acuerdo a dichos convenios, que es necesario aprender y estudiar cada una de ellas.
Tengo algunos recuerdos marcados en mi ser como por ejemplo: el primer taller de fotografía que realice en Villa La Angostura en 1985, ayudado por las fotos encuentro niños, jóvenes, adultos, pero no solo eso, sino que había vecinos de distintas clases sociales, mas de cada uno de los partidos políticos, que el domingo salimos más de 20 a recorrer el pueblo a hacer tomas fotográficas.
Otra de las razones que me lleva a escribir esto y a ponerme a disposición de la comunidad, es: Como puede ser que un vecino o un grupo de vecinos, por aspiraciones de poder un día este abrazado, fotografiado, en una lista de alguna agrupación. Que digan que quieren lo mejor para nuestro pueblo, que son capaces de dejar todo, aportar su experiencia y luego por razones que uno no encuentra explicación aparecen integrando otra agrupación. (puedo como ejemplo de ello mostrar fotos y documentos que testifican ello)
Tengo presente y guardo en alguna carpeta, una carta que envió a dos agrupaciones del mismo partido – un anciano dirigente- el culminaba la mismo con las palabras de Martin Fierro “Si se pelean entre hermanos, los devoran los de afuera” Ellos, por no escuchar las palabras de ese anciano han sido cuasi devorados.
Simplemente pensemos si estas palabras de aquel anciano, que ponía en su lapicera las palabras del José Hernández y quisiéramos no nos pase en Nuestra Ciudad del Futuro
Cierro con este compromiso iniciado aquí y pretendo transmitir, poner el empeño para que estas palabras nos permitan: no dejar ninguna charla pendiente, ningún café sin compartir, ninguna búsqueda de coincidencias, por mínimas que sean. Proponiendo que, en lugar de escribir al pie de cada nota, encontremos la forma de tomarnos el tiempo para mirarnos a los ojos y salir de los espacios cibernéticos, buscar las pequeñas coincidencias y logremos bajar el nivel de agresiones, para labrar la pacificación de nuestra comunidad.
Carlos Roque Marino
Villa la Angostura
