Sr. Director:
No cabe duda que la dinámica y la política van de la mano. Los escenarios políticos van marcando distintos momentos de la idiosincrasia de nuestra ciudad. A veces reactivos a fenómenos sociales de trascendencia y en otras oportunidades un letargo omnipotente apolítico que desnuda la incapacidad de resolver los asuntos y problemas de nuestros vecinos.
En estos días ha regresado a la escena política local la propuesta de permuta de Cumelén, la cual se conoce a partir del proyecto que oportunamente ha remitido el poder ejecutivo municipal en el marco de la ordenanza 3824 titulada Soluciones Habitacionales y Acceso al Suelo Urbano.
Recordemos que en dicha ordenanza, es el propio concejo deliberante que “autoriza”, pide y habilita al poder ejecutivo en los siguientes términos: AUTORÍZASE al Departamento Ejecutivo Municipal a realizar todas y cada una de las gestiones tendientes a la adquisición, administración y enajenación de bienes del dominio Municipal para la construcción de bienes inmuebles que aporten a la solución habitacional y de acceso al suelo urbano conforme a lo establecido en el Título VII “Espacio Urbano y Tierras Fiscales” Artículo 65 al 74 y en el Artículo 95 incisos 29 y 48 de la Carta Orgánica Municipal.
Subrayo y negrita para concentrarnos en dos cuestiones centrales de dicha ordenanza. La primera, el concejo deliberante autoriza a realizar todas y cada una de las gestiones tendientes a la “Enajenación de Bienes de Dominio Municipal”. La segunda cuestión corresponde a los bienes de dominio privado (art. 95 inc.29 ) y los bienes de dominio público (art. 95 inc.48) estos últimos previa desafectación son vendidos por el estado municipal.
Las calles emplazadas que conforman y conectan al Country Club cumplen (CCC) son bienes de dominio público municipal. Ergo, el propio concejo deliberante ha autorizado su venta conforme la citada ordenanza. El poder ejecutivo ha realizado dichas gestiones conforme la autorización mencionada y el CCC ha propuesto una permuta para que dichas calles pasen de ser públicas a dominio privado.
Este cambio político y legal de mutar calles públicas a privadas si bien debe hacerse mediante el mecanismo institucional, legal y político pertinente, no debemos dejar de señalar la realidad diaria en cuanto al “uso” de dichas calles, ya son cuasi privadas en virtud del convenio que data desde hace más de 20 años.
Mientras nuestros concejales se han mostrado remisos a dar tratamiento al citado proyecto ( insisto, proyecto de permuta expresamente votado por ordenanza 3824, la que se encuentra vigente en todos sus términos ) meses pasados el gobierno de San Martin de los Andes aprobó por unanimidad el proceso de permuta o venta de inmuebles municipales para adquirir tierras aptas para viviendas sociales.
En similar contexto, el gobierno de San Martín de los Andes (digo gobierno porque trabajaron el ejecutivo y deliberante por unanimidad) obtuvieron una fracción de 12,5 ha en Chacra 30 barrio donde ya existen viviendas sociales, para dar solución y continuidad a políticas de viviendas para sus vecinos.
La similitud y comparación son inevitables, San Martin de los Andes se desprendió y vendió inmuebles de su patrimonio por un valor de mercado muy alto en dólares. Dichos lotes se encontraban en el centro de la ciudad, su valor y destino inmobiliario representó una gran oportunidad para inversores privados que proyectaban sus negocios.
En el caso de permuta de calles públicas, el municipio de Villa La Angostura no se desprende ni vende inmuebles de valor y destino inmobiliario apreciable en dinero como si la ha hecho SMA. Según el proyecto, las calles del CCC seguirán siendo calles y a perpetuidad, cambiando su condición legal de públicas a privadas.
De aprobarse el proyecto enviado por el poder ejecutivo municipal, no solo se daría solución parcial a la crisis habitacional imperante, sino que además se percibirían recursos genuinos con los fondos que deben afrontar los beneficiarios de los mismos, ecuación económica que no se proyecta ni realiza si el municipio sigue manteniendo en su patrimonio las calles de Cumelén.
El concejo deliberante tiene un enorme desafío y compromiso en dar tratamiento a este proyecto, el desafío apunta a sus propias capacidades para estar a la altura de las circunstancias, pese a que no son las mismas realidades y parámetros, no puede excusarse en el canje de los macrolotes cuyos resultados no han sido satisfactorios.
Habiendo transitado por ese cuerpo deliberativo, tomo el atrevimiento de sugerirle a cada concejal que trabaje en una propuesta superadora a dicho antecedente. No hacerlo o ampararse en el malogrado anterior canje demostraría inexcusablemente la incapacidad manifiesta para dar solución, aunque sea parcial, a la crisis habitacional reinante en nuestra ciudad.
Mientras tanto, a 100 kilómetros de nuestra localidad, en la misma provincia, en las mismas condiciones de necesidad y coyuntura política social se ha votado por unanimidad un proyecto similar al que nos ocupa.
Leandro Martínez
