Ana Aboitiz lleva más de una década haciendo artesanías en Villa la Angostura. A lo largo del tiempo fue cambiando de productos y de nombres en sus emprendimientos. Hoy en día se dedica, entre otras cosas, a la creación de mates pintados.
“Empecé a hacer artesanías en el año 2011. Comencé armando materiales de circo. Yo hago malabares y en ese año comencé a tomar cursos y a fabricar mis propios materiales. Unos amigos artesanos me invitaron a participar en una feria que se realizaba en el hotel Bahía Manzano dos veces por semana, asique comencé ahí”, confiesa Ana a LA ANGOSTURA DIGITAL sobre sus comienzos.
Agrega que también armó un taller de circo para chicos y grandes y que fue cambiando de productos con el tiempo: hizo remeras estampadas, tejidos, macetas pintadas. “Actualmente pinto mates y productos de madera. Tengo dos libros ilustrados y láminas originales de grabado. También si me encargan hago tejidos y tengo algunos banderines a crochet en mi puesto”, se explaya.
Su puesto es el número 13 y está ubicado en el famoso Paseo de Los Artesanos de la localidad, es el último de la feria. “Me motivó la idea de tener un dinero extra realizado actividades que me gustan hacer; además de que disfruto mucho participar en ferias”.
Ana tiene una mamá emprendedora, Carolina Benavides, que se dedica a la creación de joyerías. Acerca de esto mencionó que compartieron muchas ferias juntas en Villa, y que su mamá a lo largo del tiempo también fue cambiando de productos. Ana empezó cuando vivía en Buenos Aires. “Feriaba y comercializaba mis productos allá también y cuando venía en las vacaciones a Villa participaba en la globa de invierno y otras ferias. Nos acompañamos bastante en el camino de ser emprendedoras”, culmina.
“El proceso del pintado de los productos de madera es primero lijarlos bien, luego les doy una base blanca de pintura (dependiendo del diseño cubro todo el mate o hago el fondo del diseño que va a ir; Por ejemplo unas flores o medio círculo para un degrade de colores). Después le pongo los colores de fondo y termino realizando los detalles lineales en negro y blanco. Trabajo con acrílicos y pinceles de diferentes trazos. Por último les doy dos manos de barniz sintético”, nos explica acerca del trabajo que hay detrás del producto final.
Suma que los diseños que hace son todos creados por ella y que va creando a medida que pinta. “También cuando me hacen algún pedido especial si me gusta después lo repito. A veces saco idea de cosas que voy dibujando y después lo paso a pintura”, se explaya.
“Tengo una línea de mates especialmente de paisajes y montañas. También fui creando diseños para cada estación del año: este invierno hice copos de nieve; para primavera hice un atardecer con montañas y lupinos; con árboles de colores para otoño, y un cielo galáctico para el verano”.
El tiempo que le lleva hacer cada mate depende del diseño. Calcula que le lleva alrededor de dos horas para pintarlo completo, pero que luego está el proceso de barnizado que lleva más tiempo porque hay que dejar secar bien entre capa y capa. “Generalmente pinto varios productos a la vez así mientras uno se va secando sigo trabajando con otro”.
“Utilizo distintos tamaños de pinceles, pintura acrílica, utilizo colores directo del pomo y otros los formo yo (hago la mezcla de colores y los dejo preparados en frasquitos) y barniz sintético. Tengo un espacio de taller en mi casa y también trabajo mientras estoy en la feria”, agrega respecto a los materiales que usa y al lugar en donde crea.
Todo emprendimiento, institución, cosa tiene un nombre que le otorga, por sobre todas las cosas, una identidad. “Pasé por varios nombres ya que iba cambiando los productos que realizaba. Primero era “Circo Beat”, después “Das-estampa”, “Penélope tejidos” y finalmente decidí unificar todo en “Palanganita Arte”. El nombre surge de un juego de palabras: me llamo Ana y Palanganita rima con Anita Palanganita de ahí el nombre; y Arte porque las cosas que hago siempre están ligadas con lo artístico”.
“Palanganita es mi emprendimiento y mi fuente de trabajo que con mucho esfuerzo fui manteniendo y transformando a lo largo de los años, pudiendo ir creciendo y mejorando en la calidad de los productos. Me permite poder trabajar y realizar una actividad que me gusta hacer”, expresa Ana y agrega que siempre le encantaron las ferias artesanales.
“Tienen mucho valor cultural y artístico los productos que ahí encontrás, además de poder hablar directamente con el emprendedor que realiza los mismos, conocer más de su proceso de elaboración y del esfuerzo y dedicación que el mismo requiere”, justifica.
Ana, como mencionamos antes, vende sus productos en el puesto número 13 del Paseo de Los Artesanos de la terminal local. También participa en diferentes ferias o encuentros de emprendedores que se realizan en el pueblo, y comercializa sus productos online a través de la cuenta de Instagram “@palanganita_arte”.