Desde la junta vecinal del barrio Norte advirtieron que hay vecinos que usurpan parte de los terrenos de ese predio. Informaron del caso al auditor municipal que tomó nota del reclamo y pidió al Ejecutivo municipal que haga la mensura, el amojonamiento y alambrado correspondiente.
El auditor municipal Pablo Requejo advirtió al intendente Fabio Stefani y a los concejales sobre “graves acontecimientos sucedidos en el área protegida “Refugio de Agua”, a partir de una nota que presentó la junta vecinal del barrio Norte de Villa La Angostura.
Por eso, Requejo solicitó al gobierno municipal que efectúe “en forma mediata en el área, el debido relevamiento por personal municipal y se implementen cuando correspondan las medidas necesarias para paliar esta situación”.
Pidió, en una nota que envió el 11 de enero último al intendente y al Concejo Deliberante, que se proceda “a realizar por Secretaría, la mensura, amojonamiento y alambrado correspondiente a fin de evitar graves daños como intrusiones o desmalezamientos y/u otras acciones que perjudiquen el área”.
“En el supuesto que el área municipal protegida (por ordenanza 1964/07) se ve afectada por casos de usurpaciones, sugerimos se instaure la denuncia penal correspondiente”, afirmó Requejo.
Señaló que desde la Auditoría municipal, “visto la importancia de la denuncia efectuada por la junta, se realizará el pertinente seguimiento de las acciones que lleve a cabo el Poder Ejecutivo”.
Requejo se hizo eco del reclamo que planteó la junta vecinal de barrio Norte, en la que solicitaron que se considere “realizar la mensura, amojonamiento y posterior alambrado del área municipal protegida Refugio de Agua”.
Un área creada en 2007
Recordaron en la nota, que le presentaron el 9 de enero pasado al auditor, que la reserva fue creada por la ordenanza municipal 1964 sancionada en 2007 debido a la importancia que tiene para toda la comunidad Villa La Angostura.
“Lamentablemente desde su creación ha sufrido muchas alteraciones, entre las que podemos mencionar la ruta de Circunvalación, la tala y extracción de manera sistemática e ilegal de la madera de los cipreses dentro del área protegida municipal, lo cual constituye un perjuicio ecológico y una pérdida irreparable”, advirtieron desde la junta vecinal.
“Y por último y más preocupante, el avance de vecinos que usurpan parte de los terrenos de la reserva y sin ningún permiso utilizaron una máquina para limpiar el terreno y comenzar a construir”, denunciaron.
Indicaron que desde la creación de la junta vecinal del barrio “se han realizado numerosas presentaciones y pedidos a distintas áreas del Ejecutivo municipal para lograr la puesta en valor de esta área protegida sin respuesta favorable hasta el momento”.
Aseguraron que actualmente “muchos de muchos vecinos del barrio se organizaron y están trabajando para restablecer senderos y lugares para observación de la naturaleza, pero es imperativo conocer los límites exactos de la reserva y proceder a establecer un cerco que impida el avance de aquellos que, careciendo de todo escrúpulo, no dudan en depredar los bienes que nos pertenecen a todos los vecinos”.
Por eso, le pidieron al titular de la Auditoría municipal su intervención para que se efectivice “a la brevedad la mensura y amojonamiento y posterior alambrado con el fin de evitar daños mayores, favorecer la conservación de la reserva y la seguridad de las personas que la transitan”.