Alex Tersoglio y su hija Kenya llegaron hasta Ushuaia a bordo de una Traffic y están cumpliendo un sueño junto a Darwin, su “asistente científico”.
Camino al lago Del Desierto, a 27 kilómetros de la santacruceña El Chaltén, la voz de Alex Tersoglio se mezcla entre el teléfono y las alturas del Fitz Roy, por momentos se congela entre glaciares y en un instante se hamaca entre lengas y cipreses. Hace un rato, el perro neuquino Darwin asistió a algún científico para detectar rastros de huillines o visones, en una tarea que lo lleva directo a la conservación de las especies. Cucha (la Renault Traffic 2001) y Kenya (la hija de Alex) desean que este momento de belleza patagónica no termine nunca.
Pero el día terminará y con él, se irá el primer mes de este 2023 en que por fin pudieron cumplir el sueño de llegar a Ushuaia y el Fin del Mundo, de compartir estudios científicos y de disfrutar de los lugares de la Patagonia Argentina.
En este momento, a esta hora, el aire de la estancia Refugio de Glaciares y por el río De Las Vueltas que la cruza, hay algo de Villa La Angostura. Ese otro tesoro patagónico de donde partieron hace ya 39 días, incluyendo en la ruta a la Navidad, el Año Nuevo y una estadía no esperada en Camarones, por un desperfecto mecánico de Cucha.
“Muchas veces lo menos planeado es lo que mejor sale”, dice Alex al portal “Paso Hoy”, en una mañana gris tanto en Neuquén como en Refugio Los Glaciares. Pero esa parada de 10 días mientras se reparaba la mecánica de la Traffic les sirvió para conocer a fondo un lugar como Camarones (Chubut) lleno de historia y de ensueño. Y también a quienes seguimos a este “team” a través de Facebook o Instagram.
El sueño de llegar al Fin del Mundo comenzó antes de la pandemia por coronavirus y esa etapa cruel lo postergó. Alex nos cuenta que antes de eso había hecho el recorrido por la Carretera Austral chilena y luego volvió por la Ruta 40, pero “no quisimos postergar más este viaje y nos largamos”.
Lo de Darwin es un tema muy especial: es un Basset Hound entrenado por Alex para la detección de varias especies en peligro de extinción, como el huillín, el visón, las tortugas patagónicas (especial trabajo realizado en San Antonio Oeste), entre otras especies. Esta capacidad sin igual hace que sea requerido por científicos especializados en el estudio y la biología de estas especies, a las que se agregan otras indirectamente como aves afectadas por los animales nombrados.
Uno de esos trabajos con un reconocido biólogo de Tierra del Fuego no se pudo hacer por el retraso que sufrieron en Camarones. Pero sí han podido hacer otras actividades relacionadas con la conservación de la fauna patagónica en las que Darwin luce brillante con todo su olfato, el aletear de sus orejas y el abanico de su cola.
Madre e hija quizá ya piensan en su Villa La Angostura y en las obligaciones estudiantiles de Kenya, y en otros compromisos de Darwin pero la voz que llega desde esta reserva provincial Refugio Los Glaciares, sólo piensa en que este minuto sea eterno.
Tan duradero y universal como la pasión, el viaje y la necesidad de aportar a la ciencia para sostener la biodiversidad.
