Historias de Villa la Angostura: “El contrabando en el Nahuel Huapi era cosa de todos los días”

En pleno cruce de un arreo por el río Correntoso con destino final la población de Osorno, en Chile.

El historiador Jorge Mogensen, entrevistado por LA ANGOSTURA DIGITAL, recordó que a principios del siglo pasado, los pobladores utilizaban el contrabando como el principal medio de vida. El incumplimiento de las promesas del Estado y el aislamiento con Buenos Aires, dejaba pocas alternativas para subsistir económicamente.

El historiador Jorge Mogensen conversó con LA ANGOSTURA DIGITAL y recordó los primeros años del siglo pasado cuando la mayoría de los pobladores vivía del contrabando que se realizaba entre nuestro país y Chile.  Fue por este motivo que, en 1934, el gobierno nacional decidió instalar una delegación de la Prefectura Naval Argentina en el Nahuel Huapi.

 LAD : ¿Por qué llega la Prefectura al Nahuel Huapi?

– Mogensen: Después que se resolvió el laudo arbitral con Chile, de la mano del Perito Francisco Pascacio Moreno en 1902, y quedaron definidos los límites con Chile, existía un verdadero monopolio comercial en la región por la empresa de capitales alemanes La Chile Argentina que tenía un enorme movimiento económico. Tenían la explotación de campos propios y alquilados, como las Estancias de Chacabuco o San Ramón, y toda la mercadería se iba a Chile vía lacustre con dos vapores que ellos mimos habían traído de Chile.  Uno era el “Helvecia” y el otro “El Cóndor”; todo esa carga se llevaba al otro país y de allí pasa a puertos europeos, pero no tenían ningún tipo de control por parte del gobierno argentino; de allí que surge en Buenos Aires la denuncia por contrabando y evasión al fisco.

– LAD: Cuando hablamos de vía lacustre, decimos hasta Puerto Blest en barco y de allí, en mula se cruzaba la Cordillera 

– Mogensen: Por supuesto, se concentraba en los galpones de esta compañía, que estaban en Bariloche y después se cruzaban en barco y con unas chatas se cruzaba de Puerto Blest y con la ayuda de “catangos” o sea un carro con ruedas macizas, hasta el Lago Todos los Santos y luego a Puerto varas, donde estaba la casa central de esta Compañía alemana.

– LAD : Uno imagina que no resultaría nada fácil cruzar la Cordillera por aquellos tiempos

– Mogensen: No, para nada. Era una tarea increíble; como idea le comento que para cruzar el primer vapor, el “Helvecia”, tuvieron que abrir una picada y lo trajeron desarmado. Les llevó ocho meses realizar toda la tarea de cruzar la Cordillera en estas condiciones. Esta picada terminó formando en un camino.  Por suerte para ellos la mano de obra era muy barata, sobre todo contratándola del lado de Chile.

Era tanto el movimiento que había en el lago Nahuel Huapi, sumado a todas las embarcaciones que había construido Otto Milhuenford y el ingeniero naval Hotrs Tineman, que había mucha actividad, más la llegada del primer ferrocarril, el 5 de mayo de 1934 que fue un tren de cargas y después como corolario la fundación de Parques Nacionales cuya presidencia estaba a cargo de Exequiel Bustillo, que se decidió la radicación de Prefectura en el Nahuel Huapi. Existía la real necesidad de tener un control lacustre y de la mercadería que se movía por los vapores comerciales.

– LAD: ¿Quién fue el primer jefe a cargo?

– Mogensen: El Prefecto Oscar Correa Falcón fue el primero, e incluso llegó a ser designado, con los años, el primer Prefecto Nacional Naval que nació de las misma Fuerza de Prefectura porque anteriormente este cargo era designado por el Ministerio de Marina. Estuvo 12 años en la región y mantuvo estrecho contacto con toda la comunidad, así como con las familias más encumbradas de la región.

El primer conflicto lo tuvo con la familia Capraro al llegar una inspección de Puerto Belgrano de Bahía Blanca y le “corrieron martillo a todos esos barcos podridos”, pues recordemos que no había las pinturas protectoras que hoy existen, más los roces en los puertos, el agua y el óxido hacía su trabajo en los cascos, y había muchas embarcaciones en condiciones de darse de baja. De esta inspección resultó que había que dar de baja al vapor “El Cóndor”, de la familia Capraro, y se armó una áspera discusión con el Capitán Márquez que comandaba esta embarcación.

Finalmente se llegó a la mediación donde podía seguir navegando pero sin llevar pasajeros y con un pequeño bote amarrado detrás por cualquier emergencia que se pudiera desatar. Prefectura empezó de esta manera a presionar sobre el mantenimiento de las embarcaciones y sobre la seguridad, algo que hasta su llegada, era impensado por parte de los navegantes y pobladores de aquellos años.

– LAD: ¿Cómo siguió la Compañía de Primo Capraro, al hacer casi dos años de su suicidio?

– Mogensen: Con la muerte de Capraro la Compañía se fue desmembrando, no olvidemos que su muerte fue por la tremenda deuda que tenía en sus empresas, casi $ 80.000, una fortuna para la época. Sus hijos fueron dejando la actividad y se centraron en algunas propiedades, entre ellas la explotación del Hotel Correntoso, allí en Villa la Angostura por parte de su hijo Francisco.  Pero como empresa nadie tomó las riendas y todo se perdió.

– LAD: Volviendo específicamente a la actividad de Prefectura, ¿hay estadísticas que representen la actividad de control en el Nahuel Huapi?

– Mogensen: Como dato interesante le puedo confirmar la cantidad de pasajeros que controló Prefectura a través de los embarques producidos en el lago, sin incluir Villa la Angostura que ahora lleva su propia estadística; hasta el 31 de diciembre del año pasado fueron siete millones setenta mil personas. Impacta tal magnitud en cifras.

– LAD: Increíble que por el desarrollo de esta Compañía La Chile Argentina, tuviera que el gobierno mismo imponer controles para evitar el comercio ilícito

– Mogensen: La magnitud de esta empresa no tiene parangón en la historia de nuestra región. Son algunas de las curiosidades que se mantienen vigentes, como también la razón por la cual Primo Capraro pasó, de ser un simple contratista en 1914, a figurar como Presidente de esta empresa en tan sólo dos años, aunque ese es tema para conversar en otra oportunidad.  Pero existió un proyecto muy importante de los alemanes, que incentivaron a partir de su llegada al sur de Chile en 1856: había una solicitud al gobierno chileno para desarrollar nuevos pueblos.

El gobierno chileno, temeroso que Argentina ocupara sus tierras desoladas les dijo que sí pero con la única condición de ser católicos.  Ellos aceptaron y lo primero que hicieron fue formar la Iglesia Luterana que tiene su sede en Osorno, del otro lado de Villa la Angostura. De esta manera se puso en marcha un ambicioso proyecto denominado “La Nueva Alemania” y a partir de allí todo fue controlado por los alemanes, tanto la navegación en todos los lagos del sur de Chile donde ellos ponían un vapor; también pusieron gente en el Ferrocarril y sobre todo pusieron gente en cada una de las estaciones de Correo de manera que el control de las comunicaciones estaba perfectamente en sus manos.

Hoy queda el recuerdo en Puerto Varas o Frutillar de colonias fundadas por alemanes; los molinos quedan como testimonio y hasta el logo del Banco Nacional de Chile que se ve aún hoy está escrito con letras góticas alemanas.

Hoy permanece una fuerte influencia alemana que reinó por más de un siglo en todo el sur del país vecino. Por esta gran influencia extranjera era muy importante la presencia del gobierno argentino en la frontera y de las instituciones como la Prefectura que llegó para poner un poco de orden en la navegación, pero también como control por el contrabando y la evasión al Fisco”.

 

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