Su deceso se produjo este jueves a los 67 años en Buenos Aires víctima de un cáncer que la afectaba desde hace varios años.
“La educación no sólo es pensar técnicas de aprendizaje y contenido. La educación también es militancia. Militancia pedagógica. Es el movimiento que nos pone frente al aula y junto a nuestros sujetos de derechos, los estudiantes”, dijo en una entrevista realizada años atrás.
En aquella oportunidad también destacó el rol que tienen los docentes “que educan con la pluma, el libro y el ejemplo; y son numerosos”.
“Mi condición de maestra jardinera, dirigente gremial, representante de mi pueblo, y ahora funcionaria de educación, me ha permitido entender que en la educación el NO es resultado de un mal aprendizaje. Siempre se puede con diálogo y objetivos claros pensar en la excelencia educativa”, aseguró.
En su cuenta de Twitter su presentación reflejaba: “Siempre educadora, admiradora de Evita”. También se consideraba “una mujer rodeada de amor”.
La noticia de su fallecimiento generó un fuerte impacto en los ámbitos educativos, especialmente en docentes que la conocieron y personal que trabajó con ella cuando cumplía su trabajo como funcionaria.