Sr. Director:
A 47 años de la fecha que condensa el repudio al golpe militar que inicia el 24 de marzo de 1976, a través de este ritual colectivo que es encontrarnos para mantener viva la memoria, invitamos al recuerdo y la reflexión, a poner el cuerpo para interpelarnos por la historia tejida que llevamos en nosotrxs, salir a las calles para ponernos en movimiento y en las miradas llevar la aurora de presentes y futuros en los que nunca más quepa el terror, nunca más las dicotomías: inmovilización o persecución, silencio o desaparición, exilio o fusilamiento, nunca más una economía del hambre impuesta a costa de la sangre del pueblo.
Aquella madrugada se puso en práctica en la Argentina, una operación sistemática de represión cuyos cimientos tienen larga data y están estrechamente vinculados al resto de procesos imperialistas similares acontecidos en nuestra América Latina.
Más de 30.000 ciudadanxs fueron detenidxs, torturadxs y desaparecidxs, con la intención de llevarse con ellxs las ideas y voces que resistían y proponían otras formas de habitar frente a la violencia sistemática, a la desigualdad y la injusticia social.
Más de 600 centros clandestinos de detención montados en el país, junto a la censura y la prohibición de la cultura que pudiese ir a contracorriente. A sangre y fuego impusieron un régimen a través del miedo como dispositivo de disciplinamiento, que en última instancia buscó plantar una transformación en el sistema económico que ha culminado entre otros, en la liberalización y desregulación laboral, el congelamiento de los salarios, la desterritorialización de grupos sociales marginados, la concentración de tierras en manos de pocos, y el endeudamiento externo.
Derechos fundamentales como la vida, la integridad personal, el debido proceso, la libertad y la negación de justicia fueron afectados, suspendidos, anulados.
Es necesario seguir alzando las voces desde cada uno de los roles que ocupamos, y particularmente, en los espacios donde se produce y se comparte conocimiento, en pos de nunca olvidar el por qué y el para qué alguna vez miles de libros fueron prohibidos, secuestrados y retirados de circulación.
Es en el refugio de la palabra, oral y escrita, donde encontramos memoria. Y es importante no olvidar, para que no perdamos la capacidad de articular el pasado con los horizontes que estamos construyendo.
Es necesario mantener vivos los espacios donde el pensamiento crítico puede tener lugar y el acceso igualitario al conocimiento es construido en comunidad y de manera horizontal.
Leer inquieta, y escribir abre la posibilidad de recordar.
El nunca más es una construcción cotidiana, y exige la revisión de las políticas represivas que incluso en tiempos democráticos tienen lugar a través de la impunidad frente al gatillo fácil y la tortura en lugares de detención guiados por la criminalización de la pobreza y la organización social. Santiago Maldonado, Rafael Nahuel también los recordamos hoy, están presentes!
Han buscado generar afectos tristes para desarmar la resistencia, por lo que hoy llamamos al arte y al abrazo, a la alegre rebeldía, al juego y al movimiento para motorizar la energía que hace falta para luchar por la libre autodeterminación de los pueblos.
Quienes creemos en la construcción comunitaria de nuestras múltiples realidades, abrazamos la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, y creemos en la fuerza colectiva para la construcción de mundos más habitables.
Viernes 24 de Marzo, desde las 17:30hs nos encontramos en la Plaza de la Memoria (CEF nro 7 Barbagelata).
Libros que se han prohibido durante la dictadura y que hoy podés encontrar en las estanterías de la biblio:
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La Patagonia Rebelde, Osvaldo Bayer
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Operación Masacre, Rodolfo Walsh
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El beso de la mujer araña, Manuel Puig
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El pueblo que no quería ser gris, Beatriz Doumerc
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El eternauta, Hector Oesterheld
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Las venas abiertas de América Latina, Eduardo Galeano
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La Torre de Cubos, Laura Devetach
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Un elefante ocupa mucho espacio, Elsa Bornemann
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La Línea, Beatriz Doumerc
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Monigote en la arena, Laura Devetach