Sigue la violencia y denuncias cruzadas en la disputa por valiosas tierras en Villa Traful

Luego de la nota publicada en el día de ayer por La Angostura Digital donde la familia Gallegos fuera amenazada con una arma de fuego, el abogado Cristian Pettorosso salió a dar su postura por la familia Cuevas. 

En relación a la nota publicada ayer Destrozos y amenazas con armas en la disputa por tierras en Villa Traful  la familia Cuevas hace uso de su derecho a réplica, sosteniendo por medio de Cristian Hugo Pettorosso, abogado de la familia, que “mis clientes son pobladores genuinos del lugar, y se comportan como dueños por ejercer posesión de una gran cantidad de hectáreas, desde incluso antes de la creación de Parques Nacionales”.

“Convencido estamos que en este asunto la escalada del conflicto obedece a servicios públicos inútiles de la Administración de Parques Nacionales; particularmente el reproche dirigido hacia la Intendencia Nahuel Huapi, toda vez que sistemáticamente las autoridades responsables han negado, una y otra vez y a pesar de pluralidad de pedidos efectuados, el derecho a tomar vista de los distintos expedientes administrativos donde han decidido distintas cuestiones a espaldas de la ley; entre ellas, el caso donde Parques Nacionales resuelve que a la otra familia le corresponde el carácter de “pobladores” del lugar, cuando hace cinco minutos que esas personas ingresaron a la zona de conflicto y toda la gente del pueblo de Villa Traful sabe que nunca estuvieron allí”, asegura el abogado.

Camino clandestino

Pettorosso agrega “toda la gente de Traful conoce a mis clientes y les consta que son personas de bien, laboriosas y sobre todo comprometidas con el cuidado del medioambiente, no así la Administración de Parques Nacionales, que ha realizado un camino clandestino sin apego a leyes nacionales 26.331 y 25.675, que tratan sobre la protección de bosques nativos y cuidado del medio ambiente. Efectivamente, la propia autoridad de aplicación encargada de velar por el cuidado del parque nacional no hizo el estudio de impacto ambiental ni tampoco cumplió con otras exigencias legales, derribando una impresionante cantidad de árboles, generando deforestación, y dañando el medioambiente con directa incidencia sobre la fauna del lugar, alterando su habitat; y todo ello, con el insólito propósito de hacer un camino de kilómetros de longitud que permitiera el ingreso de los intrusos que hoy se autodenominan “pobladores” en base una reprochable práctica de la administración nacional que hizo todo fuera de la ley, y que por eso oportunamente los hemos denunciado ante la Justicia federal”.

“Al día de hoy, mis clientes y los habitantes de Villa Traful desconocen a dónde fue a parar toda esa madera que cortaron, volteando incluso ejemplares centenarios y especies arbóreas protegidas como cipreses, radales, coihues, lengas, maquis, ñires y maitenes. Nadie sabe con certeza qué se hizo con tanta madera, y no faltan vecinos que sospechan que ese preciado material ingresara al mercado de la construcción mediante procesamientos en aserraderos clandestinos”.

El profesional asegura que “este problema lo causó Parques Nacionales facilitando el ingreso de personas extrañas a un lugar donde hace más de cien años viven solos y tranquilos mis clientes, ejercitando posesión histórica desde tiempos pretéritos a la creación del organismo nacional”.

“Para acreditar con evidencias científicas el daño ambiental que causó Parques Nacionales, contamos con una carpeta técnica realizada en diciembre pasado, donde un ingeniero de Bariloche, consultor ambiental debidamente registrado, fue llevado al lugar, recorriendo toda la zona, describiendo en un meduloso informe el desastre ecológico que ha causado Parques Nacionales con la realización de un camino de kilómetros de largo, talando el bosque clandestinamente, y encima sin conocer mis clientes de dónde salieron los fondos para llevar adelante semejante obra, donde se utilizaron maquinarias pesadas y operarios contratados de una forma que nadie sabe, dado que todo se hizo a las sombras, sin publicidad oficial; y una vez culminada la obra, permitiera la turbación de la posesión y el quebrantamiento de la paz social”.

Dijo que “es ese preciso camino, el que permite a los intrusos ingresar al lugar de conflicto. Todo muy turbio, y en vez de aclarar, Parques Nacionales se encarga de oscurecer aún más todo lo que pasa, impidiendo a mis asistidos ver esos expedientes para estudiar y evaluar qué es lo que han hecho administrativamente, cómo justificaron esos actos que prima facie asoman como delictivos”.

Basurero a cielo abierto

“De otro lado, basta con mirar el estado calamitoso del basurero donde nace ese camino, para darse cuenta que las autoridades pasan a menudo por allí, haciendo la vista gorda de la increíble contaminación existente en el lugar, a metros del lago, algo que los Cuevas vienen denunciando desde hace años, y evidentemente molesta tanta insistencia para que cuiden el medioambiente y la salubridad de los vecinos de Traful. Los han amenazado de muerte, hasta colgándoles un muñeco simulando un ahorcamiento en un espacio lindero al basurero, en un claro mensaje intimidatorio para que cesen con sus denuncias”.

“Villa Traful parece el lejano Oeste”

“A los Cuevas, antes de este penoso episodio, los golpearon, y hasta le fracturaron el brazo a palazos a un anciano discapacitado, en momentos que ese mismo sujeto -una autoridad provincial de Fauna- amenazó con un arma de fuego a mis clientes; les robaran máquinas, y hasta les destruyeran un teléfono celular como se observa en las imágenes; y todo por intentar sacarlos del lugar mediante coacción agravada que ya está denunciada en la Fiscalía penal. Existe una banda de delincuentes integrada también por personas que no deberían estar un minuto más en la administración pública”.

“Villa Traful se parece al lejano oeste por culpa principal de distintas autoridades que ya fueron debidamente denunciadas ante la justicia”, finalizó Pettorosso.

 

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