El candidato a Presidente de Unión por la Patria se reunió con mandatarios de 19 provincias, entre ellos Omar Gutiérrez, para buscar los votos de cara al balotaje, ante el acuerdo Bullrich-Milei.
Los gobernadores del PJ y aliados a Sergio Massa, entre ellos el gobernador de Neuquén Omar Gutiérrez, se reunieron en el CFI con el candidato presidencial de Unión por la Patria se comprometieron a redoblar esfuerzos de cara al balotaje y poner el eje de la campaña en las «fortalezas» del ministro de Economía, para contrarrestarán la alianza entre Bullrich-Milei.
Al enfrentar a los medios a la salida del CFI, el mandatario electo de Río Negro, Alberto Weretilneck, fue más tajante en el mensaje. “El país como lo conocemos está en riesgo con el otro candidato”, advirtió, en alusión al libertario Javier Milei.
«Vamos a trabajar sobre la fortaleza de nuestro candidato y redoblar esfuerzos en salir a caminar», subrayó por su parte el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet.
El encuentro se desarrolló desde las 14,30 en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), ubicado en San Martín 871, en CABA, y en el temario también está incluida la estrategia electoral de cara al balotaje del próximo 19 de noviembre.
Del cónclave, además de Gutiérrez y los rionegrinos, participaron Axel Kicillof (Buenos Aires), Raúl Jalil (Catamarca), Mariano Arcioni (Chubut), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Ricardo Quintela (La Rioja), Sergio Ziliotto (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Juan Manzur (Tucumán), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Jorge Capitanich (Chaco), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Sergio Uñac (San Juan), Omar Perotti (Santa Fe) y Alberto Rodríguez Sáa (San Luis).
Al igual que lo hizo con intendentes el pasado miércoles, se supo que Massa realizó un balance de los resultados en las provincias para establecer las regiones en las que se debe fortalecer la performance de Unión por la Patria.
Con fuerte eje en la “unidad nacional”, la intención del oficialismo es sumar el voto de los opositores desencantados por la crisis de Juntos por el Cambio y acercar posturas con dirigentes, especialmente radicales, tras la tensión con sus socios del PRO.