Lamentablemente, después de la dolorosa pandemia de covid que sufrimos, los odontólogos de todo el mundo podemos observar otra pandemia, esta vez relacionada con la salud dental. Cada vez es más evidente la aparición de dientes con desgaste, despegamiento de restauraciones y fracturas de piezas dentales; esto fue tan notorio que hasta el New York Times publicó un artículo en este sentido.
Si bien la aparición de todas estas situaciones dentales, sumado a contracturas de cuello, dolores de cabeza, zumbidos en los oídos y ruidos en la articulación de la mandíbula, nos hace pensar en la relación directa existente entre el stress sufrido mientras se propagó la pandemia de Covid, la incertidumbre generada por la enfermedad y su consecuente generación de apretamiento y frotamiento dental (bruxismo) como maniobra de descarga del cuerpo para liberar tensiones.
Esto es así sin dudas, pero también hay otras situaciones a tener en cuenta a la hora de observarnos al espejo o al observar personas cercanas que es que los dientes van cambiando de forma a causa del desgaste y también puede verse alterado el color, aparición de grietas, formación de “espacios” en forma de ranura a la altura de la unión del diente con la encía (cuello dental) como así también hipersensibilidad, (esa sensación de dolor asociada a comidas y bebidas o cambios de temperatura dentro de la boca).
Todos estos signos y síntomas, que podemos considerar su origen como multifactorial, tienen la mayoría de las veces como denominador común a la llegada de ácidos a la cavidad bucal. Estos pueden provenir del estómago en pacientes que sufren de reflujo gástrico o bulimia, pero también hay otras formas de incorporación de ácidos a la boca, que es mediante la ingesta como por ejemplo de jugos de fruta, bebi-das gaseosas, frutas cítricas, golosinas “súper ácidos”, bebidas ¨ deportivas¨.
Estas dos vías de entrada del acido, hacen que llegue a la superficie dental y tendrá como resultado la perdida de calcio de la superficie de los dientes y su consecuente debilitamiento, todas estas sustancias que ingerimos incluyen en su composición ácidos, como ácido cítrico o ácido fosfórico, que reblandecen la superficie dental, haciéndola más vulnerable por ejemplo a la acción del cepillo si realizamos un cepillado “fuerte” como también acentúan el desgaste al frotar los dientes durante la noche. Todas estas situaciones y algunas otras pueden generar que la encía de “baje” quedando expuesta la raíz dental, aumentando así la sensación de dolor al frío cuando con-sumimos bebidas o del mismo aire que respiramos.
Por todo lo que te contamos, y si alguna de estas situaciones te son familiares, podes consultar a nuestro equipo profesional, primero para realizar un diagnóstico de la causa del desgaste y la sensibilidad, y después juntos encontrar la solución al problema.
Dr Elvio Durando
Odontólogo
Magister en Rehabilitation Oral
Universidad Nacional de La Plata
Fellow In Oral Implantology
University of Pittsburgh
Director de Pluspatagonia
Dictante Internacional de Cursos de Formación.
