Sr. Director:
Queríamos informar sobre varios episodios ocurridos los días 2 y 3 de enero en Villa Traful.
El 2/1 por la tarde, llegamos al camping Paloma Araucana. Bajé del vehículo con nuestro perro pequeño con su respectiva correa, para ingresar al mismo y preguntar por disponibilidad y tarifas. En eso se acerca un perro de color negro y marrón, contextura mediana, del dueño del camping Fabio Iturra. Mí perro le gruñe, a lo que yo instintivamente lo levanto en mis brazos. El perro tira un Tarascón y resulta en una mordedura en mí brazo derecho, de medio centímetro de profundidad. En eso, le aviso a mí novio lo ocurrido. El deja a nuestro perro en el vehículo y va a buscar al Sr. Iturra, quien niega totalmente que su perro haya provocado tal mordedura. Su reacción en lugar de brindar asistencia, preocuparse o darnos indicaciones sobre donde estaba en centro de salud, fue reírse continuamente en nuestra cara, mostrando total falta de empatía y desinterés de la situación. Honestamente me sentí ninguneada y menospreciada.
Nos fuimos de ahí al centro de salud, en donde me atendieron y mostraron preocupación por lo ocurrido. Me hicieron la curación necesaria, me dieron los medicamentos y me cosieron. Luego, Hicimos la denuncia correspondiente en la comisaría 51.
Al día siguiente, fui nuevamente al centro de salud para que la médica pudiera ver la evolución de la herida. Mientras yo estaba siendo atendida, mi novio me estaba esperando con nuestro perro, con su correa. Un empleado municipal, el Sr. Jose Castro, estaba cortando el pasto de la zona y había llevado a su perro, un border Collie, que estaba suelto. Su perro tira un Tarascón a nuestro perro provocado un dolor muscular. Mi novio le pide por favor que ate al perro, al lo que el Sr Castro responde: que él no era habitante de ahí, que no le pagaba el sueldo y que el no era quien para enseñarle a educar a su perro. Luego, mí novio se cruza con el Sr Iturra, que en lugar de preguntar por mí salud, hace alarde de que tiene testigos, que dicen que nuestro perro atacó a su perro. Cómo si ese fuese el foco del problema…
Honestamente, lo que más nos molestó es el total maltrato de estas personas hacia nosotros. Ninguno mostró preocupación por las situaciones ocurridas y ambas alardearon de sus posiciones como empleados de municipio.
El Sr Iturra mostró una posición soberbia, fanfarroneando sobre ser dueño del Parque Nacional, cuando en realidad se olvida que es un prestador de servicios dentro del mismo y que debe cumplir con las leyes nacionales. El camping estaba completo y esto mismo podría haberle ocurrido a un niño o me podría haber lastimado en la cara.
Ambas personas son las únicas responsables de sus perros y sus acciones. Los perros no pueden estar sueltos bajo ninguna circunstancia. Además de que legalmente tienen que tener sus respectivas vacunas .Nuestro perro siempre está con correa y trajimos su libreta con todas las vacunas aplicadas.
Los dos ya tienen denuncias realizadas en la Comisaría 51 y en el Juzgado de Paz.
Esperamos que toda esta información brindada sirva para concientizar sobre varios temas para que esto no vuelva a ocurrir: ser responsables sobre el cuidado de los animales y todo lo que ello involucra (que no estén sueltos, vacunación, castración, etc), el tema de violencia de género y maltrato.
Queremos también agradecer a quienes se solidarizaron con nosotros y supieron comprender todo lo sucedido: el camping Traful Lauquen, los oficiales de la Comisaría 51, los empleados de la oficina de Turismo, los empleados del Juzgado de Paz, Adriana y al personal de Salud de Villa Traful.
Villa Traful se encuentra en pleno crecimiento, y eso es muy bueno, pero si su plan es albergar turismo, los servicios tienen que ser acordes. Si no, no evoluciona…
Gracias y saludos,
Melisa Avella y Leonardo Diaz Ruiz.