Así lo informó en una entrevista con LA ANGOSTURA DIGITAL Horacio Paradela, el intendente del área natural protegida que se extiende por las provincias de Río Negro y Neuquén y que rodea Villa La Angostura.
La ola de calor que se registra en la zona cordillerana de la Patagonia incrementó notablemente el riesgo de incendios forestales y de interfase. Y obliga a extremar las precauciones, pero es vital que los residentes y visitantes que recorren las áreas naturales protegidas cumplan las normas vigentes.
El intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi, Horacio Paradela, dijo que entre los distintos formatos de procedimientos y acciones de control y vigilancia “se contabilizan más de cien intervenciones” en lo que va de esta temporada de verano.
En declaraciones a LA ANGOSTURA DIGITAL el funcionario dijo que algunas intervenciones “derivan estrictamente en labrar actas de infracción y, en otros casos, se logra anticipar en lo que hace a la acción recreativa de instalarse en un lugar y la gente que no genera un fogón”.
Paradela explicó que el guardaparque “advierte” en forma previa a los visitantes sobre los lugares donde está prohibido hacer fuego. “Y la verdad que, obviamente, es uno de los aspectos que este verano nos preocupa mucho indudablemente por lo que pasó con este incendio en Brazo Tristeza”, señaló.
Según Paradela, “ya lo veníamos informando de antemano que esto tenía que respetarse. Así que lo que entendemos es que hay que seguir comunicando, interviniendo, en todas las acciones posibles, a veces también en conjunto con otras fuerzas de seguridad, que colaboran con nosotros como el caso de las policías provinciales de Río Negro y Neuquén, Gendarmería Nacional, Prefectura”.
“Nuestro mensaje a la gente, a nuestros visitantes, principalmente los locales, aunque también extranjeros o nacionales es que entiendan que se puede disfrutar de este lugar, de estos bellísimos paisajes, sin la necesidad de hacer un fuego en cualquier lugar”, afirmó el intendente del Parque Nacional Nahuel Huapi.
Dijo que los valores de las multas “rondan desde los 80.000 pesos para arriba”. Aunque aclaró que los montos “depende de un conjunto de variables que tienen que ver con que si efectivamente ese fuego se estaba produciendo en lugar de vegetación nativa o en un lugar que obviamente no estaba habilitado y, por eso, la infracción”.
También se tiene en cuenta, agregó Paradela, “si tenía a la vez un evento de acampe o no, si también era un pernocte. Eso lleva toda una tramitación administrativa que luego deriva en esa sanción”.
Advirtió que si acaso “el fogón produce ya un incendio de otra magnitud en ese valor de la multa se tiene en cuenta además el impacto y el daño ambiental”. Dijo que, en esos casos, “el valor puede ser muchísimo mayor”.
