Tras un mes de febrero calificado como “positivo” en términos de ocupación turística -estimada en torno al 80% como el caso de Bariloche- pero con un nivel de consumo notablemente retraído, autoridades asumen que a partir de marzo la vecina ciudad tendrá una temporada compleja, mientras que el sector empresarial mira con preocupación los meses que vienen.
Tras un mes de febrero calificado como “positivo” en términos de ocupación turística -estimada en torno al 80%- pero con un nivel de consumo notablemente retraído, autoridades provinciales y municipales asumen que a partir de marzo en Bariloche la baja temporada “se va a sentir”, mientras que el sector empresarial mira con preocupación los meses que vienen.
Febrero, “para nosotros, fue un muy buen mes, estuvimos rondando un 80% de ocupación, con picos a lo mejor más altos”, afirmó en diálogo con Télam el secretario de Turismo de Bariloche, Sergio Herrero, quien recordó que estos números no reflejan la ocupación en los alojamientos informales, sobre los que no hay información.
En coincidencia con el funcionario municipal, el secretario de Turismo de Río Negro, Marcos Barberis, analizó que febrero “fue un mes de muy buen nivel de ocupación: rondar el 80% de ocupación es muy positivo”.
Entrevistado por esta agencia, Barberis analizó que en esta afluencia de turistas fueron fundamentales el fin de semana largo del carnaval, que “tuvo mucha incidencia con los niveles de ocupación”, y el hecho de que “el clima acompañó” y le permitió viajar a gente que contaba con menos recursos.
Con estadías más cortas y escapadas que dependen en gran medida de la previsión climática, “el turismo de verano de alguna forma consume menos que otro tipo de turismo”, ya que suele cambiar playas por excursiones o actividades de turismo aventura, sostuvo.
Pese a la afluencia, Barberis constató que en febrero “el consumo en destino ha bajado y mucho”, un comportamiento que se ve tanto en el ticket promedio de las mesas de los restaurantes -donde se consumen menos bebidas o se eligen marcas más económicas- hasta en el comportamiento de las personas que alquilan cabañas, que ahora eligen cocinar en vez de salir.
Esta predisposición de los visitantes a ajustar el gasto prendió las luces de alarma en el sector empresarial.
Sin contar aún con la confirmación de los números oficiales, febrero “estuvo por debajo de lo que se esperaba, muy por debajo del año pasado y con un consumo marcadamente en baja”, dijo a Télam Néstor Denoya, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, y se mostró “muy preocupado por la baja temporada” que comienza.
Lo que viene “todavía es una gran incógnita, porque es una gran incógnita el Gobierno, es una gran incógnita todo. Entonces, como que todavía no se terminan de acomodar algunas pautas”, afirmó Denoya, y sostuvo que a este momento el empresariado “lo vive con una gran preocupación: vamos a tener una baja temporada como hace mucho tiempo no tenemos”.
El panorama sombrío no es exclusividad del sector privado, según manifestaron las autoridades de la ciudad y de la provincia.
En los próximos meses “va a haber una baja notable”, analizó Herrero, y subrayó que previendo esto el Ejecutivo local organizó el Baricheck, un programa de descuentos para incentivar a que los turistas continúen viniendo.
En cuanto al turismo trasandino -que se vio en gran cantidad durante febrero-, “mientras el dólar siga sirviéndoles y vengamos con un poquito de empuje y promoción en Chile, como nos ha pasado y como lo hemos estado haciendo, vamos a seguir teniendo visitantes chilenos”, sostuvo el secretario.
Barberis coincidió en que “va a ser un año difícil en toda la materia, en todas las industrias, incluso en la producción”.
“Es un año donde no tenemos precios de referencias, donde cada uno o cada sector o cada servicio cobra diferente, entonces es un año difícil”, estimó, y cerró: “Creo que se va a sentir la baja”.