Técnicos contratados por un privado se hicieron presentes en el trasformador del EPEN desde donde se “cuelgan” más de 100 viviendas en la zona ocupada en el Cerro Belvedere. El peligro inminente es que se produzca una explosión y hasta un incendio forestal que podría tener consecuencias impensadas por su magnitud.
En horas de la tarde de este miércoles, en inmediaciones al asentamiento mapuche conocido como Paicil Antriao, ubicado en la base del Cerro Belvedere, lindante a la propiedad de la familia Salamida, se hicieron presentes en el lugar técnicos contratados por el Capitán del Ejército argentino (R) José María Alejandro Galli; a fines de efectuar mediciones con instrumentos de precisión, del consumo de energía eléctrica que se diluye por las conexiones clandestinas existentes allí, que suministran electricidad a más de 1o0 viviendas que carecen de medidores.
El castrense y técnicos convocados para la tarea, estuvieron acompañados por el abogado del militar, Cristian Hugo Pettorosso, profesional que informara haberse realizados esos trabajos de campo “con mediciones técnicas empleando una pinza amperimétrica digital sobre el cableado irregular que cruza un sector de bosque al margen de toda regla de seguridad que exige el EPEN a cualquier consumidor del servicio”.
“Encontramos un cableado trifásico colgado de árboles y enganchado en ramas, pelado en algunos tramos, y caído por momentos; casi rozando el suelo. Los técnicos no podían creer lo que estaban viendo”, aseguró el letrado, agregando que “es preocupante que nadie hubiera advertido semejante peligro, porque más allá del riesgo de incendio por cortocircuitos ocasionados al estar pelados los cables, puede producir una descarga eléctrica accidental a cualquiera que circule caminando por ese sendero”.
“Hemos tomado lecturas del consumo eléctrico a media tarde, aproximadamente 17.30 horas, arrojando como resultado que el transformador está sobrepasado de su capacidad máxima de potencia, que son 50,4 kilowatts (63 KVA), siendo que en ese horario diurno, obtuvimos magnitudes de más de 109 amperios en la fase “T”, 102 en la fase “S” y en la “R” unos 84 amperes; siendo que daba en ese momento 51,91 kilowatss, a lo cual hay que incrementarle estimativamente un 50% más, cuando el consumo energético aumenta al anochecer, al encenderse principalmente artefactos eléctricos para calefaccionar, cocinar e iluminar”, dijo Pettorosso, argumentando que “en ese escenario la potencia consumida trepa fácilmente por encima de 77 kilowatts, dejando al transformador al borde de una explosión, porque no está diseñado ese modelo para erogar tanta energía, según nos indicara uno de los expertos allí presentes”.
Según indicó el abogado, uno de los ayudantes toco el manojo de cables y estaba caliente, lo cual indica “un flujo eléctrico intenso y disipación de energía porque esos cables, por sección, no están preparados para soportar tanto consumo”.
Al finalizar las mediciones, el militar denunciante José María Alejandro Galli pidió a su abogado ampliar la denuncia penal, para que se investiguen eventuales responsabilidades de funcionarios del Ente Provincial de Energía de Neuquén.
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