En el marco de la dinámica tribunalicia conocida en los últimos días del ámbito penal de Villa La Angostura, trascendió que el fiscal Adrián De Lillo fue apartado de la investigación de una causa que se lleva adelante por un homicidio culposo ocurrido en un siniestro vial, por motivos que lo vinculan a una empleada doméstica.
En efecto, se supo que el 13 de febrero pasado, en horas de la mañana, un vehículo Chevrolet Astra color blanco embistió una motocicleta de 110 centímetros cúbicos de cilindrada, en esquina de avenida Siete Lagos y Boulevard Quetrihue; resultando gravemente lesionado quien conducía el rodado menor; el que, tras ser auxiliado inicialmente por ambulancia del hospital local y recibiendo las primeras atenciones médicas de emergencia, fuera más tarde la víctima derivada a un nosocomio de mayor complejidad en la ciudad de San Carlos de Bariloche, donde finalmente terminara fallecida a raíz de los múltiples y severos traumas y heridas sufridos tras el fuerte impacto.
El automóvil fue secuestrado por la Policía, y quien conducía el mismo resultó ser un vecino de nuestra localidad, identificado como C. B., quien quedara formalmente imputado en la justicia por homicidio culposo.
El fallecido era también un vecino de nuestra localidad, que regresaba de trabajar a bordo de su motocicleta, cuando fuera sorprendido por una maniobra imprudente realizada por la persona que se encuentra inculpada.
Entre tanto, se conoció que la viuda de este trágico hecho, A.G.J., era empleada doméstica del funcionario judicial que llevara a cabo la investigación por este caso, el fiscal Adrián De Lillo, siendo recusado por el citado defensor del supuestamente responsable de la muerte del trabajador.
En particular por este hecho, consultado el letrado Cristian Pettorosso, dijo a este medio “desde la defensa tuvimos que recusar al fiscal interviniente, porque descubrimos mediante colecta de evidencias, habiendo tomado varios testimonios, que el magistrado tenía una relación de estrecha confianza con la víctima, pues laboraba en una vivienda de su propiedad en servicios de tareas domésticas; debiendo haberse apartado él mismo por su propio oficio mediante excusación, pero como no lo hizo, tuve que proceder a recusar a dicho fiscal para evitar poner en mayores dudas la objetividad y actuación del Ministerio Público Fiscal y garantizar así una investigación correcta, exenta de sospechas que pudieran perjudicar la tramitación del caso”, señalara el profesional.
La audiencia celebrada en 26 de marzo pasado, fue el ámbito donde se conoció el planteo procesal formulado por Pettorosso; aceptando el fiscal De Lillo la recusación por reconocer sus vínculos de confianza con la víctima.
El caso fue finalmente decidido derivar a otra fiscalía, ya en San Martín de los Andes, siendo avalado el apartamiento por el superior jerárquico, el fiscal Fernando Fuentes, quien ordenara trasladar el expediente hacia dicha jurisdicción.