“El pasado viernes a la mañana, estaba en la Biblioteca Bayer, aprovechando el espacio para trabajar y tener una reunión. La biblioteca, como siempre, ofrecía un ambiente cálido y reconfortante, ideal para concentrarse y encontrarse. Todo transcurría con la tranquilidad habitual hasta que, alrededor del mediodía, comenzó a notarse un fuerte movimiento de jóvenes. Poco a poco, empezaron a entrar más y más, la mayoría desconocidos para mí y, evidentemente, nuevos en la biblioteca y en el pueblo”.
“A la una de la tarde, la biblioteca estaba llena, cerca de cuarenta chicos y chicas de entre 17 y 19 años preparados para rendir el examen de pensamiento científico del programa UBA XXI. Fue impresionante ver cómo, sin aviso previo y sin causar ningún desorden, la biblioteca se transformó en un espacio abarrotado de estudiantes que vinieron de toda la región patagónica. Este evento no solo demostró la versatilidad del lugar, sino también la capacidad de la biblioteca para adaptarse a las necesidades de quienes buscan un refugio para estudiar y avanzar en su educación”.
“Afuera, la lluvia y el frío se hacían sentir, pero dentro de la biblioteca había vida y calidez. La Biblioteca Popular Osvaldo Bayer no solo ofreció un abrigo contra el clima, sino también un ambiente propicio para el aprendizaje y el crecimiento personal. Este episodio remarca, una vez más, el rol fundamental de la biblioteca en Villa La Angostura, no solo como un espacio cultural, sino también como un lugar esencial para toda la región. La biblioteca es un faro de conocimiento y un punto de encuentro donde todos, sin importar su procedencia, pueden encontrar un espacio reconfortante y estimulante”.
Biblioteca Popular Osvaldo Bayer
Villa la Angostura
