La situación causa indignación en habitantes de Villa La Angostura que cuestionan al EPEN por disponer la instalación de un servicio en un predio que la comunidad Paicil Antriao tiene que devolver al municipio, según lo ordena una sentencia del TSJ de Neuquén. También critican la pasividad del intendente Murer en el asunto.
Los movimientos que hicieron estos días miembros de la comunidad mapuche Paicil Antriao en el camping del lago Correntoso para instalar un pilar de luz causaron indignación entre algunos habitantes de Villa La Angostura.
Y el descontento es contra los responsables locales del EPEN que autorizaron la instalación del pilar en un predio que la Municipalidad de Villa La Angostura reclama su restitución desde hace más de una década. Y contra el Gobierno del intendente Javier Murer porque no interviene y mira para otro lado.
“Hay un fallo del Tribunal Superior de Justicia (de Neuquén) que insta al desalojo, a la restitución del camping Correntoso a la municipalidad. Y no obstante ese fallo judicial, el EPEN está en gestiones para darles el medidor de luz, cuando hay un montón de regulaciones”, expresó Luz Ricardes, que observó la situación en el camping.
En declaraciones a LA ANGOSTURA DIGITAL dijo que “si yo voy a pedir un medidor de luz para un terreno; primero, tengo que tener el título de propiedad o comodato o un contrato de alquiler, algo que acredite que soy legítimo usuario de esa propiedad. Y ellos que no son legítimos usuarios, que tienen un fallo de desalojo, el EPEN y la municipalidad igual se lo facilita”.
Dijo que trascendió que desde el EPEN les pidieron a los integrantes de la Paicil Antriao que pongan el pilar en el predio del camping Correntoso.
“De todas maneras, no vamos a esperar a que les pongan el medidor para hacer la queja, es una clara muestra de discriminación hacia parte de la sociedad a la que se le piden ciertos requisitos y que cumplen, mientras que los que están usurpando y con un fallo a cuestas del TSJ logran más beneficios”, sostuvo Luz.
“Recordemos que hace ya muchos años de este conflicto y están colgados de la electricidad sin que nadie tome cartas en el asunto, y resulta que ahora la solución es darles el medidor… No se explica”, indicó.
El TSJ de Neuquén dictó una sentencia el 11 de abril pasado que confirmó un fallo del entonces juez civil de primera instancia Andrés Luchino, que condenó el 11 de diciembre de 2019 a la comunidad mapuche y a los ocupantes del camping del lago correntoso a restituirlo a la Municipalidad de Villa La Angostura.
La ocupación comenzó en 2012 tras la finalización del contrato de concesión que la municipalidad había suscrito con Hugo Montes, para que explote comercialmente el predio.
La sentencia del TSJ ordenó cumplir el fallo de Luchino que dispone el desalojo y la devolución del camping al municipio, lo que no ha ocurrido hasta el momento.
Según la sentencia del máximo tribunal de justicia de Neuquén, la Lof Paicil Antriao no probó que tuviera una ocupación ancestral del predio en litigio.
A principios de este mes, el apoderado legal de la Lof Paicil Antriao Virgilio Sánchez presentó un recurso extraordinario federal ante el TSJ para que eleve la causa a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El objetivo de fondo es que la Corte revise la sentencia que ordena restituir el camping y que desconoce la ocupación ancestral.