El gremio ATEN anunció paro de actividades desde el primer día del reinicio de clases, dentro de dos semanas.
Las encuestas y muestreos que circulan a nivel nacional dan cuenta del hartazgo que los ciudadanos sienten con respecto al funcionamiento de los tres poderes del Estado. Las fotos, con algunos matices, avanzan en cada región del país y Neuquén no es la excepción. Seguridad, educación y empleo siguen siendo las prioridades que la sociedad neuquina pone sobre la mesa a la hora de evaluar a sus gobernantes y representantes.
El descontento social en Neuquén fue el origen del cambio político en las elecciones de abril del año pasado que abrió las puertas de la gobernación a Rolando Figueroa y su frente político Neuquinizate, a partir del 10 de diciembre último.
Rolando y su vieja hoja de ruta
Fiel a su estilo, el mandatario, no se aparta de la hoja de ruta que se trazó el 10 de diciembre del 2019, último día que ejerció su mandato como vicegobernador y que “se juramentó” regresar al recinto “como gobernador de todos los neuquinos”.
Seguridad, Educación, empleo y corrupción; eran las preocupaciones que los neuquinos manifestaban en aquella época.
Con el reseteo político en marcha, la corrupción ha dejado de estar presente entre las preocupaciones, pero el resto continúa siendo prioritario.
Figueroa es consciente del momento que atraviesa la sociedad en su conjunto y allí radican los motivos por los cuales “va a fondo” en el proceso de transformación de la educación pública.
El ausentismo de los docentes en las aulas, deficiencias en los edificios escolares y la “pésima calidad” en el dictado de contenidos y el aprendizaje del alumnado, fueron la lápida que la sociedad tiró sobre los gobiernos del Movimiento Popular Neuquino.
El tiempo corre y el gobierno provincial ya dio señales con respecto al rumbo que va a tomar en materia educativa. Promulgó la ley que premia la presencialidad de los docentes y ordena la ley a través de la cual, los profesionales de la educación metían mano para justificar “ausencias indiscriminadas”.
Se terminó la buena onda
La dirigencia de ATEN no imaginó que, en tan poco tiempo, de compartir momentos gratificantes con la ministra de Educación, Soledad Martínez, pasarán a desearle la hoguera misma.
Muchas son las versiones que dan cuenta de un verano del 2024 en armonía con algunas “tenidas gastronómicas” en cuyas sobremesas imaginaban un mejor futuro.
Nada ha quedado del último verano. La semana previa al receso invernal la dirigencia de ATEN definió su plan de acción para cuando regresen a las aulas.
“Paro en rechazo al presentismo y pedido de renuncia de la ministra de Educación”, fue la proclama que los docentes hicieron sentir en cada asamblea.
Algunos han borrado de su memoria aquellas tertulias gastronómicas con la ministra, se han pintado la cara y se preparan para darle batalla.
Un mediador con poco margen
Algunos, dicen que la Ley aún no fue reglamentada y que puede ser la “moneda de cambio” para que algún ministro mediador afín, todos miran al responsable de Gobierno Jorge Tobares, pueda hacer que la ley de presencialidad no suene tan ofensiva a los oídos de los representantes de ATEN.
Los funcionarios de mayor llegada al gobernador dicen que “con la presencialidad no hay marcha atrás” y que “aquel funcionario que pretenda ir en contra de los postulados del gobernador, deberá evaluar seriamente su permanencia en el gabinete”.
Antes de iniciar cualquier “conciliatorio”, a Tobares le marcaron las cartas y la puerta de salida.
Un gabinete comprometido con el cambio
En el gobierno de Figueroa subsisten dos corrientes de pensamiento muy marcadas. Una, afín a la línea gruesa que traza el mandatario día a día en consonancia con los cambios que pregonó en campaña y que la sociedad presiona para que los concrete y otra más permeable a la vieja política, que se involucra en temas y problemáticas recurrentes que demandan mayor asistencia del Estado. En este último de los casos las soluciones, casi siempre, terminan con acuerdos que benefician a los sectores demandantes y obligan al Estado provincial a aportar mayores recursos.
Para citar solo un ejemplo podemos hablar del caso de las personas que participan en Fábrica Sin Patrones (FaSinPat), ex cerámica Zanon, que año tras año, gobiernos tras gobiernos, van al choque en reclamo de asistencia dineraria para mantener en pie una fábrica con maquinaria obsoleta, en un 80 por ciento arruinada, y cuyos productos logrados son cada vez de menor calidad.
La sociedad neuquina, en abril del año pasado, también votó contra el “padrinazgo” de ese tipo de emprendimientos “forzosos”.
“De lo que fueron los obreros de la ex Zanon, queda muy poco o nada. Y lo que se produce es de muy mala calidad”. Nos comenta un ex integrante del grupo histórico jubilado hace tiempo y crítico de todo lo que se hizo en los últimos 12 años.