Telegram: Duro revés a la venta de drogas

Sr. Director

La aplicación Telegram ha cobrado notoriedad en Villa La Angostura, emergiendo del submundo a conocimiento de la población, tras distintas denuncias públicas y judiciales en relación al comercio de estupefacientes; fármacos sin recetas; armas de fuego; prostitución de menores; artículos robados; prescripciones médicas apócrifas; certificados analíticos falsos; entre otros fraudes, servicios y cosas al margen de la ley que se ofrecían hasta con reparto a domicilio, en motos y también en vehículos de alquiler como taxis y remises.

Hablo en pretérito, porque los transas envenenadores -y sus socias féminas envenenadoras- de jóvenes que viven entre nosotros, repartiendo sus tóxicos en esquinas de colegios y hasta en el interior de baños de un establecimiento educativo de nivel primario, ya no tendrán una herramienta que les era sumamente útil para comercializar minimizando riesgos de ser descubiertos, ofreciendo cocaína, marihuana, hongos alucinógenos, drogas sintéticas, grageas médicas, y demás sustancias y mercaderías que vendían en un menú de “muerte a la carta”, al cual podía acceder fácilmente cualquier persona que descargara gratuitamente la mentada aplicación en su aparato de telefonía celular.

Recientemente, en agosto pasado, ha sido detenido por fuerzas especiales en Francia, el CEO de dicha aplicación, Pavel Durov, acusado -básicamente- de no haber tomado ninguna medida en Telegram para evitar los delitos que se cometían usando esa aplicación; donde los delincuentes -y sus víctimas consumidoras- gozaban de la garantía del anonimato para comunicarse entre sí, permaneciendo ocultos de las miradas policíacas y de agentes dedicados a perseguirlos.

Tras la captura del empresario ruso, que estaba entre los más buscados de la justicia francesa, Telegram ha cambiado sustantivamente su técnica de trabajo, para adecuarse a la Ley de Servicios Digitales sancionada y reglamentada en la Unión Europea, tendiente a proteger Derechos Humanos mediante el control de contenidos inapropiados.

Parece lejos, pero en el mundo virtual donde vivimos, globalizadas las comunicaciones en tiempo real a velocidad de electrones, los efectos de los cambios en Telegram devienen instantáneos en nuestro continente, país y Patagonia argentina; generando consecuencias directas y ahora perjudiciales en el ambiente delictivo que azota a toda la provincia, particularmente en Villa La Angostura, donde aumenta el delito exponencialmente y con alarmante incremento del nivel de virulencia que vemos en los últimos tiempos, donde la agenda judicial se mueve al compás de los homicidios relacionados a la narcocriminalidad que se intenta disfrazar -en algún caso- en hechos de violencia de género.

Lo anterior, porque al sistema oficial en su estructura conjunta de gobierno, comprendiendo Justicia y Policía, no le conviene admitir que está perdiendo la batalla contra el crimen organizado de confronte a una sociedad cada vez más exigente de seguridad; y, en este lineamiento, resulta políticamente correcto inducir a ocurrencias de situaciones que no se ajustan a la realidad que todos los vecinos saben, que no es otra, que el narco en su incesante expansión territorial, está causando cada vez más desgracias y mortandad en este pueblo y en toda la región.

Ahora bien, tuvo que intervenir la justicia francesa a miles de kilómetros y así colaborar por estas latitudes sureñas, siendo que, consecuente a aquella detención que propició una rotunda mutación estratégica en la forma de comunicar, hoy la red Telegram ya no tiene la función principal que usaban los narcos (“personas cerca”) que otrora habilitaba la exhibición de fotografías, flyers y videos de contenidos sobre drogas ilegales de todo tipo, armas clandestinas, prostitución, etcétera; facilitando la comunicación entre usuarios cercanos en cada barrio donde residen los transas y sus clientes adictos.

Hoy los narcos ya no pueden ofrecer sus venenos en la vidriera virtual, porque Telegram ya no funciona igual; significando esto un duro golpe para los últimos eslabones de la cadena criminal que culmina en el narcomenudeo.

De todas formas, las agencias locales y federales deberán estar atentas, porque el delito es dinámico y se adapta constantemente a los nuevos desafíos que se presentan; debiendo exhortarse a las autoridades a tomar los recaudos necesarios ante un escenario nuevo que, si bien alentador en principio, traerá cambios en la forma de ofertar las drogas al público masivo.

La tecnología de punta para combatir la narcocriminalidad y mayores recursos para la Policía anunciados meses atrás desde esferas ejecutivas, los seguimos esperando.

Entre tanto, agradecidos estamos a la Justicia del primer mundo.-

Abog. Cristian Hugo Pettorosso
Matr. 2248, C.A.P.N; T°XLVIII, F°208, C.A.L.P; T°600, F°816, C.F.A.L.P.; Tº97, Fº387, C.P.A.C.F.

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