La víctima terminó en la guardia del hospital ensangrentada y muy golpeada. Entre las cinco mujeres agresoras se encontraba la madre de una de ellas. Todas están identificadas y fueron denunciadas en la Comisaría 28. Ayer continuaban amenazando a la víctima.
Un violento echo que pudo tener consecuencias aún más graves tuvo lugar el pasado domingo cuando cinco mujeres agredieron a una joven de 21 años que terminó en el hospital Dr. Oscar Arraiz de Villa la Angostura.
Ocurrió sobre las 6.30 del pasado domingo a la salida de un local nocturno ubicado en la Galería de la Luna cuando la joven se retiraba junto a dos amigas y sorpresivamente fue atacada por cinco mujeres, una de ellas la mamá de una de las agresoras que también participó del ataque.
María Suárez explicó a LA ANGOSTURA DIGITAL que si bien mi hija fue amenazada dentro del local “nunca pensó que hablaban en serio, porque otras veces ya la habían amenazado, pero siempre quedaba ahí. Esta vez actuaron con toda violencia y en forma salvaje, mi hija solo atinó a defenderse como pudo”.
Destacó que “menos mal que dos chicos se metieron para evitar que la siguieran golpeando. Mi hija se escapó como pudo para el lado del Paseo de los Artesanos, pero no quedaron conformes con la paliza y la persiguieron para seguir pegándole”.
Dijo que “llegó a mi casa toda ensangrentada, con el labio partido, la cara hinchada y además de pegarle la agarraron entre las cinco- incluyendo la mamá de una de ellas- del cabello arrancándole mechones, y en estas condiciones la tuvimos que llevar de inmediato a la guardia del hospital”.
Suarez agregó “no puedo creer que participara de este acto violento la madre de una de ellas, en lugar de separar como una persona adulta, fue una de las que le pegó a mi hija. Fue mucho el odio, y la verdad que todo podría haber tenido un peor final, como que me mataran a mi hija, sino intervenían los dos muchachos que justo estaban afuera del local”.
Denuncia y más amenazas
Suárez explicó a LA ANGOSTURA DIGITAL que se presentó en la Comisaría 28 aportando dos jóvenes como testigos y dando los nombres de las agresoras, incluso la mujer adulta que trabajaría en una repartición pública que depende de la Provincia.
Agregó que “pasaron cuatro días y todavía mi hija se queja por los dolores de cabeza, no sé si tendré que hacerle más estudios por los golpes recibidos y como si fuera poco una de las jóvenes que le pegó la sigue amenazando por las redes sociales, pero continuaré con las medidas judiciales que sean necesarias para que las culpables de esta salvaje agresión tengan el castigo que les corresponde”.
