Así lo dispuso el juez Juan Pablo Balderrama. Además, admitió la reformulación de los cargos que la fiscalía y las querellas hicieron contra el acusado al que le atribuyeron el crimen de Rubén Alejandro Zani, quien murió el 27 de diciembre pasado tras haber sido baleado. El hombre ya estaba imputado por la muerte de Julio Zani.
El juez Balderrama admitió la reformulación de los cargos que el fiscal de Villa La Angostura Adrián De Lillo hizo este jueves contra José González Aguilar al que le atribuyó el doble homicidio de los hermanos Julio y Rubén Alejandro Zani.
Balderrama además extendió la prisión preventiva contra el imputado hasta el 6 de mayo, informó a LA ANGOSTURA DIGITAL tras la audiencia el abogado por las querellas Hugo Pettorosso.
Dijo que había pedido cambiar la calificación y atribuirle al acusado haber cometido el homicidio de Rubén Alejandro con alevosía. Pero Balderrama desestimó ese planteo de las querellantes y mantuvo la calificación propuesta por la Fiscalía, aunque la figura penal podría cambiar en lo que resta de la investigación del caso.
El abogado que representa a las esposas y la hermana de los hermanos asesinados la madrugada de la Navidad pasada en un campo, ubicado en la zona del Pedregoso, a unos 35 kilómetros de Villa La Angostura, dijo que el juez había admitido los nuevos hechos formulados por el fiscal, con la adhesión de la querella.
Los defensores particulares Facundo Trova y Laura Plaza asistieron al imputado en la audiencia que se hizo por videoconferencia.
De Lillo le atribuyó este jueves a González Aguilar, de 54 años, el homicidio agravado por el uso de arma de fuego de Rubén Alejandro Zani, que murió el 27 de diciembre pasado tras haber sido baleado por el acusado.
La querella pretendía que se incluyera la alevosía como otro agravante en la acusación. Pettorosso explicó que para fundamentar ese pedido había hecho hincapié en el grueso calibre del arma de fuego utilizada (calibre 45), “que tiene un poder que alcanza para matar a una persona con un solo impacto”. Dijo que cada uno de los hermanos Zani recibió un proyectil que le causó la muerte.
“Le aduné la corta distancia en que se realizaron los disparos -que fueron un mínimo de 4 detonaciones- a unos escasos 4 o 5 metros, según la pericia de criminalística realizada en el lugar de los hechos”, comentó.
“A eso, ponderé, también, la situación de nocturnidad, que dio clara ventaja al tirador; y la ausencia de elementos para protegerse de los disparos”, afirmó el abogado por las querellas. Afirmó que no había ningún obstáculo mecánico “entre el imputado González Aguilar y Alejandro Rubén Zani para protegerse.
Dijo que planteó ante el juez que Rubén Alejandro “no tenía ningún arma ni elemento ninguno en sus manos, como para justificar los disparos que le hizo” el acusado. “Alejandro solo estaba intentando auxiliar a Julio, que ya estaba mortalmente herido, tendido en el suelo”, indicó.
“Alejandro intenta ayudarlo, se arrodilla para levantarlo, y es ahí cuando el imputado le efectúa los disparos”, relató.
Para el abogado querellante, “esa ausencia de posibilidad de defensa agrava el hecho por alevosía, ya que el resultado muerte estaba asegurado, y González Aguilar obraba sobre seguro, sabiendo que él no corría ningún riesgo frente a la nula posibilidad de defensa por parte de los Zani”.
Balderrama no admitió los planteos del abogado que representa a las viudas y la hermana de los hermanos asesinados. Rubén Alejandro tenía 36 años y Julio Raúl Zani, 28.
Hasta el momento, González Aguilar había estado acusado por el homicidio de Julio, que ocurió la madrugada del 25 de diciembre último. Faltaba imputarle el homicidio del hermano que murió dos días después.
Qué ocurrió
Según la teoría de la fiscalía, el imputado baleó a los hermanos la madrugada de Navidad tras una riña que se originó durante la cena que un grupo de familiares y conocidos compartían en el campo.
El grupo se había reunido la noche del viernes para celebrar la Nochebuena y recibir la Navidad, pero González Aguilar discutió airadamente con Julio. El hombre mayor resolvió retirarse del lugar con su esposa y sus dos hijos.
González Aguilar se subió a la camioneta, intentó cruzar un arroyo, en cercanías del lugar y el vehículo quedó atascado. Julio se acercó con un rastrillo y González Aguilar bajó de la camioneta con un arma de fuego y disparó cuatro veces contra el joven. Uno de los proyectiles dio en el pecho de la víctima y lo mató. Otro disparo hirió de gravedad a Rubén Alejandro, que murió dos días después.
El agresor escapó en la camioneta y en la huida intentó deshacerse del arma. Pero horas después la hallaron en un rastrillaje. Policías de la comisaría 28 lo detuvieron al amanecer del 25 de diciembre.
Al día siguiente le formularon cargos por el homicidio de Julio Zani, porque su hermano todavía estaba con vida. El juez le impuso en ese momento 2 meses de prisión preventiva.