Por hacer reiteradas fiestas electrónicas clausuran un importante camping del Camino de los Siete Lagos

El cierre del Nuevo Falkner, donde se ubica el espejo de agua del mismo nombre, responde al impacto ambiental y al desorden causado por eventos no permitidos en los parques nacionales.

El Camping Nuevo Falkner, donde está el espejo de agua homónimo que forma parte del Camino de los Siete Lagos, fue clausurado preventivamente ayer debido al incumplimiento de las normas establecidas para las áreas protegidas en parques nacionales. Ubicado dentro del Parque Nacional Lanín, en Neuquén, y operando bajo concesión, el lugar fue cerrado tras detectarse reiteradas fiestas electrónicas en sus playas, una actividad estrictamente prohibida en estos espacios. Estas fiestas, lejos de ser un caso aislado, se han vuelto habituales en los últimos años y representan un problema significativo tanto para el ecosistema como para los visitantes que buscan tranquilidad, según advirtieron desde la Administración de Parques Nacionales (APN).

Cristian Larsen, presidente de la APN, explicó: “Dentro de los parques nacionales hay normas que respetar, como cuidar el ecosistema de flora y fauna. Está prohibido hacer fiestas por la contaminación auditiva que generan”. Sobre el caso específico del Camping Nuevo Falkner, agregó: “Desde que asumimos, les advertimos que tenían que cortar con este tipo de conductas. El viernes 10 de enero dejamos una notificación por fiestas realizadas el 1°, el 3 y el 4 de enero, e intimamos con la posibilidad de clausurar el lugar. El sábado se volvió a organizar una fiesta, y ayer se procedió a clausurarlo preventivamente del 15 al 30 de enero”.

Larsen también advirtió que, si no se corrigen estas prácticas una vez levantada la clausura preventiva, el siguiente paso será revocar la concesión del camping.

Estas fiestas transformaron un espacio originalmente diseñado para el turismo en naturaleza en uno popular entre jóvenes para festejar. Muchas de estas celebraciones son compartidas en redes sociales como TikTok, donde se viralizan videos que muestran: música a todo volumen, aglomeraciones, y basura acumulada en las playas y alrededores.

Larsen espera que esta medida sea ejemplificadora y refuerce la importancia de las normativas dentro de los parques nacionales. “Fomentamos el turismo en naturaleza y turismo sostenible. Tenemos que cuidar los parques nacionales para que sean disfrutados por esta generación y las que vienen”, sostuvo. Según explicó, al asumir su cargo se encontró “con desorden y descontrol” en varios espacios, y esta clausura busca avanzar hacia una gestión más ordenada y respetuosa con el medio ambiente.

Estos eventos no solo generan daño en el ecosistema, sino que también producen un profundo malestar entre los habitantes de la zona, quienes ven alterada su calidad de vida por el ruido constante y la llegada masiva de personas. “El equilibrio natural y la paz de los pobladores se ven comprometidos cada vez que estos eventos se realizan”, señala el informe oficial. Los vecinos han denunciado reiteradamente cómo estas actividades perturban la tranquilidad de la región, extendiéndose hasta altas horas de la madrugada y dejando basura y desorden. Para muchos, la situación refleja no solo un problema ambiental, sino también una falta de respeto hacia quienes viven y trabajan en torno a estas áreas protegidas.

“Yo soy de San Martín [de los Andes], nunca fui a acampar. Este es el segundo año nuevo que voy por la fiesta. El año pasado fue mucho más grande; además, no es una sola, se arman bailes en muchas parcelas distintas”, contó Mateo, un visitante del camping, que también expresó su preocupación: “Siempre fue un desastre. Las fiestas son un quilombo y queda un montón de basura en el lago, es un caos. Ya lo clausuraron más de una vez, no sé si esta vez será distinto. Históricamente, es así”.

Además de representar un problema para la preservación ambiental, las fiestas en el lugar afectan a quienes buscan disfrutar de la naturaleza en tranquilidad. “El highlight de la experiencia: fiesta, música a lo que más da y gritos hasta las 5 de la mañana. Porque descansar en un parque nacional, según ellos, debe ser demasiado mainstream”. “Hacen de la naturaleza un boliche de jóvenes”. “Si querés ir de joda, es el lugar ideal. Pero para descansar y comer, no lo recomiendo”. Estos son algunos de los comentarios que pueden encontrarse en las reseñas de Google del camping, sumados a las repetidas quejas por la higiene y el precio del lugar, que en Año Nuevo llegó a valer 35.000 pesos por persona por día, según un turista que paso las Fiestas allí.

La clausura preventiva del camping busca garantizar que el Lago Falkner continúe siendo un sitio para el disfrute sostenible y respetuoso del patrimonio natural, alineándose con la visión del Camino de los Siete Lagos como un recorrido destinado a resaltar la belleza y la importancia de la naturaleza de la Patagonia.

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