VIDEO: Mirá al simpático Monito del Monte, un “vecinito” muy poco conocido

Se encuentra en peligro de extinción y él nos muestra cómo funciona el delicado equilibrio de la biodiversidad.

En realidad no es un mono, un primate o simio, es un mamífero marsupial. Los marsupiales se caracterizan por su corto desarrollo en el útero materno, nacen y completan gran parte del crecimiento prendidos a las glándulas mamarias del interior de la bolsa marsupial o marsupio. El canguro es la especie más notoria de esta clase de animales.

El monito de monte habita la porción norte del bosque templado patagónico, esto es en los Parques Nacionales Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces. La nota distintiva que lo caracteriza es que presenta mayor afinidad genética con los marsupiales australianos que con las 65 especies de marsupiales que habitan en el continente americano.

  • Su importante aporte a la biodiversidad

Es el principal dispersor de semillas de al menos 16 especies de plantas diferentes, que conforman el 80% de las plantas con frutos de su ecosistema. Seis de ellas son dispersadas únicamente por el monito del monte: Tristerix corymbosusAsteranthera ovataCissus striataDesfontainia spinosaLuzuriagaMitraria coccinea.

Cabe destacarse su relación mutualista con el quintral (Tristerix corymbosus).

Esta hemiparásita posee un rol vital para la conservación de los bosques templados de la Patagonia. Aparte de ser un factor de mortalidad para las plantas hospedadoras, su néctar es la principal fuente de alimento del picaflor rubí (Sephanoides sephaniodes) durante los meses de invierno.  A su vez,  S. sephanoides es el único polinizador de al menos 20% de las especies de su bioma, incluida T. corymbosus.

  • El colibrí rubí (S. sephaniodes) se alimenta exclusivamente de quintral en invierno, el cual es dispersado por el monito del monte. 

Amenazas

Las principales amenazas del monito del monte son la degradación, fragmentación y destrucción de su hábitat.

El monito del monte es afectado de forma negativa por la fragmentación de su hábitat. Diversos estudios han mostrado que el marsupial evita en lo posible transitar por pastizales, por la que es poco probable que pase de un fragmento de bosque a otro. Este aislamiento poblacional podría causar un cuello de botella que probablemente terminaría en un colapso genético o demográfico. En bosques fragmentados la presencia de depredadores aumenta debido al efecto de borde. Además, se ha documentado una reducción en la capacidad del monito del monte para dispersar semillas en esos bosques.

¡Por eso, la importancia de cuidar nuestras reservas naturales y nuestro hábitat!

 

Copy Protected by Chetan's WP-Copyprotect.